- Ocho familias, 28 personas, viven sin salud adecuada, sin educación, casi sin nada.
A bordo de una nave fluvial de la Red de Salud de Datem del Marañón, pues desplazarse por el río Pastaza no resulta comercial para los que tienen embarcaciones por lo que no recorren la vía acuática de manera continua; el diario “La Región” pudo pisar esa comunidad después de 5 horas de viaje.
Al bajar, de inmediato los moradores y algunos que parecían celebrar algo, preguntaron el misterio de la visita inopinada. Se les habló de la abultada multa que Osinfor le ha impuesto a Luis Tsamaren Kantash, por haber permitido que utilicen el Plan Operativo para que prácticamente algunos madereros puedan “lavar madera”.
Grande fue la sorpresa al ver que los moradores se molestaron mucho al escuchar el nombre de Tsamaren. “Ese pendej…nunca ha vivido acá, pero sabemos de lo que ha hecho, dejando mal a nuestro centro poblado.
A veces pasa por acá y toma algo de alcohol, pero no vive aquí. Ha utilizado el nombre del centro para firmar contrato de extracción de madera. Sabemos que lo han multado con muchos miles de soles, por eso no da la cara. Vive de este centro a unas 4 horas más abajo donde queda “Alianza”, pero de ahí más al fondo hasta “Huachinza” que son como 4 horas más” habló el presidente de Apafa.
Su “colegio” de inicial y primaria, funciona en ambientes separados por tablas. Los niños corrieron embalados, cargados de nostalgia al reencontrarse con sus carpetas. Se instalaron y empezaron a pedir en quechua, que les lleven sus tabletas.
Un poco más allá, en la casa del presidente de Apafa, Juan Daniel Dahua, funciona una especie de botica casera. Él es promotor de salud. Paracetamol había, unas ampollas para la gripe que estaban vencidas también. Contó que cuando hay emergencia, llaman por radiofonía y la red de salud envía un deslizador para que los trasladen a San Lorenzo o a Iquitos.
Si el Estado, el gobierno regional, el gobierno local y todos los gobiernos juntos, escucharan sus voces originarias en quechua; no solo les llevarían tabletas y medicamentos. Tendrían que llevarles de todo porque todo les falta, menos la fuerza para luchar porque no les arranquen su naturaleza. Amenazada siempre por los madereros.
(Luz Marina Herrera Lama).