La Universidad Socialista Miguelina Acosta Cárdenas precedida por la profesora Tanith Peña Araujo viene organizando importante evento por los 100 años de la Revolución de Iquitos en el marco de bicentenario de la independencia
El 5 de agosto del 2021, se cumple 100 años de lo que se llamó, en la voz de sus propios protagonistas: La revolución de Iquitos
Samuel Torres Videla, secretario y posterior cronista de esta gesta, señalaba la importancia de realizar esta revolución justo en el tiempo que el Perú celebraba el centenario de la independencia “si no queremos que el segundo centenario de nuestra Independencia política, encuentre al Perú, nuestra patria en manos del abuso, el saqueo de recursos y la corrupción”.
Aquel 5 de agosto de 1921, se inició una gesta rebelde que se extendió y desarrolló por los amplios territorios de nuestra Amazonía. Estelas de combate navegaron por los ríos y caminaron en los bosques de los actuales departamentos de Loreto, Ucayali y San Martín. La floresta amazónica del Perú se convirtió en escenario de enfrentamientos armados, maniobras políticas, afirmación de lealtades y fomento de traiciones.
Iquitos, Pachitea, Masisea, Pucallpa, Contamana, Orellana, al mismo tiempo que Yurimaguas, Tarapoto, Lamas, Moyobamba, Rioja y los cursos del Río Napo y el Amazonas en la frontera con el Brasil, serán escenarios de vida y muerte, llevadas al filo de las manos que empuñan el fusil libertario y el fusil opresor.
Comentada y citada por muchos, desde la cotidiana memoria de los vecinos de los poblados y ciudades amazónicas, comentada por un sector de estudiosos de la historia regional, pasando por diversos grupos que la invocan para construir un discurso político que afirme pretensiones de gobierno federal, estado independiente separatista y autonomías regionales, la revolución de 1921 es poco conocida en la integridad de sus propuestas, el desarrollo de la lucha armada y el derrotero de sus protagonistas. Sin embargo, aun con esas carencias, se ha convertido en uno de los principales referentes históricos de la rebeldía loretana.
La revolución surgirá con una bandera, pero las reales condiciones y necesidades, le entregan blasones más altos, surgiendo concretas reivindicaciones que configuran el regionalismo popular y revolucionario que asumen los rebeldes. Aquel proyecto mutilado que fue derrotado en su accionar armado, para encanto y desencanto de nuestros actuales tiempos, continúa subsistiendo como un propósito que hasta el día de hoy es argumento de las diversas instituciones y personalidades en Loreto: la necesidad de una legislación especial para la Región, conectividad terrestre, reforestación y otras especificaciones como el establecimiento y promoción de una industria de producción y trasformación regional. La argumentación de los rebeldes, tendrá lúcida coherencia, en base, claro está, a los temas económicos y políticos de la época en que se desarrolló la revolución.
La revolución fue dirigida por el comité revolucionario bajo la jefatura de Guillermo Cesar Cervantes Vásquez. 5 meses de combate, cubiertos de heroicidades, pero también de traiciones, serán tormenta que extremese a la floresta.
Hoy que celebramos el bicentenario de la independencia del Perú del reino de España , podemos afirmar con orgullo, que si existe una hecho de trascendía historia que fue negada y olvidada por la historia oficial del Perú es que Lorero, San Martín y Ucayali, no encontraron menor modo y digna forma de celebrar la gesta de nuestros antiguos luchadores por la independencia del Perú, que repiquetear con el timbre de gloria y grabar con sello de oro, aquel centenario que nos legó Junín y Ayacucho, desarrollando una revolución que exigió que la administración del estado de la segunda década del siglo XX tomara en cuenta el beneficio de nuestros pueblos, y la defensa de los territorios.
Ahora 100 años después, las banderas de reivindicación regional, asumidas por los rebeldes, aún siguen vigentes.
(M. Reátegui)