- Estuvo 119 días internado tras su nacimiento en el Hospital Regional.
Con gran alegría y emoción, el Hospital Regional de Loreto Felipe Arriola iglesias, anunció el alta de Jhon Yaicate Nuñez, un bebé que nació prematuramente el 9 de septiembre de 2024 y que, tras 119 días de hospitalización, ahora se encuentra en su hogar, rodeado del amor de su familia.
Jhon llegó al mundo con solo 26 semanas de gestación y un peso de tan solo 680 gramos, un desafío monumental para cualquier recién nacido. Sin embargo, gracias a la dedicación, esfuerzo y la atención especializada brindada por el equipo de neonatología del Hospital Regional, logró superar obstáculos que parecían insuperables.
El pasado fin de semana, después de más de tres meses de cuidados intensivos, su peso ha aumentado a 1,810 gramos, una gran muestra de su fortaleza y el trabajo incansable de los profesionales de la salud.
La madre de Jhon, Diana Milagros Núñez Amasifuen, originaria del caserío Fernando Lores en Tamshiyacu, jugó un papel fundamental en el proceso, brindando todo su amor y apoyo incondicional a su hijo. El hospital agradeció y reconoció la valiosa dedicación de la madre, quien estuvo a su lado en cada momento de su recuperación.
El personal de neonatología del Hospital Regional de Loreto también recibió un merecido reconocimiento por su arduo trabajo, profesionalismo y compromiso, que hicieron posible esta victoria. Gracias a su experticia y atención constante, Jhon fue capaz de superar los riesgos propios de su prematuridad y salir adelante con éxito.
Con un futuro prometedor, Jhon Yaicate Núñez, junto a su familia, se despide del hospital para comenzar una nueva etapa de su vida en su hogar. Esta es una historia de esperanza, lucha y triunfo que, sin duda, quedará en la memoria del hospital y de todos los que han sido testigos de su increíble recuperación.
Desde el Hospital Regional de Loreto, extienden sus sinceras felicitaciones a la familia Núñez Amasifuen por esta gran victoria y por el ejemplo de perseverancia que han brindado. Jhon ha demostrado, con su valentía y la ayuda de su familia y el equipo de salud, que la vida siempre tiene una oportunidad para quienes luchan con fe y esperanza. (K. Rodriguez)