Capital humano

Viene generando diversas opiniones el tema de nuestra soberanía sobre Isla Santa Rosa, que puso en duda un diplomático colombiano con intensiones todavía nada claras, pero la cancillería de ese país y el nuestro, sobre todo el nuestro, están en el deber de informar qué está pasando en ese “alto nivel” al que hace referencia el funcionario del vecino país.
Y mientras esta tensión de territorio se mantiene, nos distrae de temas tan emergentes como la desnutrición infantil y la anemia que ataca a más de la mitad de nuestra población infantil, principalmente en la zona rural y de frontera, por lo que salvar a nuestros futuros mayores de edad requiere proyectos de inversión en el capital humano.
Esa herramienta inteligente que somos los hombres y mujeres de la región y del país, que consientes que el tiempo pasa rápido y tenemos que sentar bases de desarrollo no solamente en infraestructura de fierro y cemento, sino de buscar el mayor apoyo a nuestros niños, niñas y adolescentes.
La población que ellos la conforman son los que se preparan para afrontar los futuros desafíos de sus pueblos y de Loreto en general, pero con secuelas de la anemia y la desnutrición poco podrán hacer, lo que nos coloca en un estado de absoluta vulnerabilidad frente a cualquier abuso, sea por situaciones de soberanía de territorio, etc.
Resulta increíble que desde el internet se puede conocer cómo es el trato a los estudiantes en países que los preparan muy bien desde pequeños, no será perfecto, pero son derechos que se cumplen como una buena alimentación escolar, atención de salud, transporte escolar, útiles escolares, docentes muy bien calificados y bien remunerados, etc.
Ojalá que los resultados oficiales sobre la anemia y desnutrición en nuestra infancia loretana, logre sensibilizar a las autoridades y ciudadanía en general para buscar la forma de que esto se revierta, se trata de los hijos de Loreto y del país con plenos derechos para ser atendidos.
En tal sentido, ni la mejora de la calidad de enseñanza, ni la capacitación docente y tampoco la buena infraestructura, mobiliarios y tecnologías contribuirán al rendimiento satisfactorio de los alumnos si padecen de anemia o desnutrición.