La llegada de 5 canoas y 5 kayacs de competencia olímpica ha despertado curiosidad e interés por conocer los alcances de este novedoso deporte que desarrollado con las mejores técnicas nos podría llevar a ser protagonistas en campeonatos federativos a nivel mundial.
En nuestra Amazonía, los más experimentados canoeros son nuestros hermanos que viven en los pueblos ribereños que se trasladan por esas grandes vías naturales que son los ríos, a bordo de sus frágiles embarcaciones de madera, permanentemente cargadas de productos que las sumergen hasta prácticamente el borde, deslizándose rápidamente en las aguas.
Eso, alguna vez, llevó a la autoridad regional a organizar una competencia de canoas y canoeros, que reunió a cerca de dos mil embarcaciones, lo que fue un espectáculo nunca visto. De ahí surge la inquietud de desarrollar la práctica de este deporte extremo, pero como disciplina olímpica.
Nuestra ubicación geográfica nos ayuda en todo sentido. Vivimos en una selva rodeada de ríos. En Sudamérica existe una escasa difusión del canotaje. Pero gracias a una invitación hecha por la Federación Internacional de Canotaje al actual presidente del Consejo Regional del Deporte IPD-Loreto, Lic. Adm. Mario Delfín Ríos Espinoza, a través del Comité Olímpico Peruano, quien presentó un proyecto para desarrollar la práctica del canotaje en nuestra región, hemos podido llegar a interesar al Directorio de la FIC como una sede importante en América del Sur, por lo que acordó la donación al IPD Loreto, de 20 canoas y 20 kayacs más dos simuladores a través del Comité Olímpico Peruano.
Parte de este lote ya está en Iquitos y en breve se instalará una base en Quistococha para la enseñanza y la práctica del canotaje olímpico que estará a cargo de entrenadores internacionales, lo que hace suponer que en un futuro cercano podremos tentar llegar a la cima del éxito en un deporte extremo.





