¿Buscando un nuevo Papa?

  • Grupo religioso, los lefebvristas, acusan al papa Francisco de hereje:

Por: Adolfo Ramírez del Aguila
Docente de Educación Secundaria

 

Tal parece, que la campaña para elegir un nuevo papa, de una línea pastoral más tradicionalista y conservadora está ya en camino. El grupo católico “Fraternidad San Pio X” fundada por Monseñor Marcel Lefebvre (1905-1991) y que se forjó para oponerse a los cambios pastorales y doctrinales planteados por el Concilio Vaticano II (1963-1965), y que estaban a punto de crear un verdadero nuevo cisma en la Iglesia Católica, acaban de publicar una singular carta.
En la misiva, de casi 30 páginas, que circula en internet, le enmiendan tácitamente la plana al papa Francisco, acusándolo de hereje, o sea de cometer errores doctrinales en su predicación y en sus escritos. Este grupo da una clarinada sobre el tipo de papa que se buscaría en el próximo cónclave: más conservador y pegado a la ley y a la tradición y alejado del espíritu misericordioso del Evangelio.
Como recordaremos, el actual papa Francisco al inicio de su pontificado, ha dejado entrever que 5 años serían suficientes para un gobierno eclesial, y que le agradaba la idea del papado emérito, una puerta que la abrió su antecesor, Benedicto XVI, quién renunciara en enero del 2013.
Este febrero del año que viene, casi inmediatamente después de la visita del papa a nuestro país, Francisco cumplirá los cinco años de papado (2013-2018) y la posibilidad de su renuncia es cada vez más factible. Si es que se diera ese panorama, el Perú sería uno de los últimos países que visitaría el papa actual. Argentina, su país natal, se quedaría con las ganas.
La Iglesia Católica es una organización humana, con estructuras humanas, gobernada por hombres y no ángeles de Dios. Pero a pesar de su finitud, es el Pueblo de Dios en marcha, santa pero pecadora. Desde esa definición eclesial, podríamos decir que la elección de un papa, es tarea humana asistida por el Espíritu Santo; como tarea humana, los grupos y tendencias en la única Iglesia, se tensionan como preámbulo a una elección papal.
El camino a buscar un nuevo sucesor papal entonces, está en camino. Los grupos conservadores, empiezan a hacer deliberadamente su campaña, para que el próximo pontífice sea si es posible italiano y pegado a un estricto cumplimiento de las tradiciones conservadoras; una especie de vuelta al pasado. Los lefebvristas exigen, por ejemplo, que la misa vuelva a ser en latín y con el celebrante dando la espalda a la comunidad, como lo fue antes del Concilio Vaticano II.
En la larga carta dirigida al papa Francisco, los lefebvristas muestran su “preocupación” por ciertas afirmaciones, gestos y declaraciones públicas del pontífice, que supuestamente se salen de los cánones de la verdadera comprensión de la tradición y la recta doctrina del catolicismo y que son catalogados como herejías, así vengan del sucesor de Pedro.
La extensa misiva, entregada el 11 de agosto, está firmada por más de 60 clérigos, entre sacerdotes, religiosos y obispos pertenecientes a este grupo; en ella, llaman a Francisco “fraternalmente” a corregir algunos errores doctrinales, en especial el contenido de su Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia” (La Alegría del Amor). Esta exhortación publicada el año pasado, recoge la reflexión de dos sínodos de obispos y condensa el sentir colegiado de la Iglesia frente a los nuevos retos que plantea la problemática familiar, en especial sobre temas picantes como la situación de los divorciados vueltos a casar y el tema del matrimonio gay.
Por brevedad de este artículo, veamos solo algunos “errores” doctrinales que los lefebvristas han descubierto en la exhortación “Amoris Laetitia”. Ellos citan textualmente los errores.
Por ejemplo, rechazan que Francisco deje de condenar al pecador y proyecte una Iglesia “débil” muy contemplativa con todos. Citan la parte que rechazan de la exhortación: “El camino de la Iglesia, desde el concilio de Jerusalén en adelante, es siempre el camino de Jesús, el de la misericordia y de la integración […] El camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre.” (AL 296)
Plantean los lefebvristas, que los divorciados vueltos a casar están en pecado grave y que no debería tener un trato pastoral especial para que reciban de ninguna manera la comunión, pues están en pecado grave. Citan que hay graves errores en los puntos al respecto (AL 298-305)
Se sienten aludidos cuando el papa reflexiona en la exhortación: “Comprendo a quienes prefieren una pastoral más rígida que no dé lugar a confusión alguna. Pero creo sinceramente que Jesucristo quiere una Iglesia atenta al bien que el Espíritu derrama en medio de la fragilidad: una Madre que, al mismo tiempo que expresa claramente su enseñanza objetiva, ‘no renuncia al bien posible, aunque corra el riesgo de mancharse con el barro del camino’.” (AL 308)
Acusan al papa de dejarse llevar por el “Problema del modernismo” y por una vergonzante “influencia de Martín Lutero”. Cuestionan sus declaraciones y entrevistas y prácticamente declaran que amerita una denuncia a Francisco ante los tribunales de justicia celestial por sus graves herejías.
Con la humildad característica, el papa Francisco, en contraposición a estos modernos fariseos y maestros de la ley, siempre ha proclamado que es pecador, no es perfecto, que cree en un Dios misericordioso que ama al pecador, y se siente amado y que esa espiritualidad le da siempre la alegría de seguir a Jesús. Y esa alegría lo transmite en su Exhortación que justamente se llama “Amoris Laetitia” (La Alegría del Amor).
Que el Espíritu Santo nos bautice en su fuego transformador a todos los cristianos para que no tengamos miedo de proclamar la Buena Noticia de Jesús, superando nuestros anhelos de un cristianismo anquilosado en el pasado. Que el nuevo papa en camino, sea un pastor amoroso y no un juez inmisericorde con su grey. Amén.