Desde hace muchos años atrás, se podría decir desde los inicios de la invasión española, se inició también la extracción indiscriminada de recursos forestales en todos los territorios que ahora son naciones independientes.
Esos malos tratos a la naturaleza continúan, no es que fue en aquellas épocas y que hoy no pasa nada, claro, que las modalidades han cambiado, se habla de otra forma del tema, pero en el fondo sigue siendo lo mismo.
En ese contexto quienes han sufrido más temprano la desaparición de sus recursos vegetales, vale decir también de su flora tropical, han emprendido planes de cómo recuperarlo.
Una de esas naciones en el tema de la reforestación con relativo éxito, es el país de Cuba donde pudimos estar en una extensa zona que fue preparada para afectos de recuperar la vegetación y podían exhibirlo al turismo.
En nuestra patria que desde la capital Lima han tomado una decisión que abre las puertas a la deforestación de nuestros bosques, mientras que el mundo en general lucha por cuidarlos, por hacer que no desaparezcan, acá están en la dirección contraria.
Esto se concretaría en lo que el Pleno del Congreso aprobó por insistencia modificaciones a la Ley Forestal y de Fauna Silvestre (Ley 29763).
La modificatoria en mención ha sido considerada por organizaciones ambientales e indígenas como un grave retroceso en la lucha contra la deforestación de la Amazonía, quedando el bosque en situación de auxilio, con un contundente SOS.
Esta medida tiene el respaldo de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) y otros gremios como el de los productores de café. Y lo que sorprende es que no hay una respuesta firme y en voz alta de las entidades del Estado de esta parte del país, amazónica, boscosa, por excelencia.