Hace unos diez días que en nuestra ciudad se realizó una reunión sobre la economía verde referida a los proyectos de desarrollo que se generen partiendo como premisa de cuidar el medio ambiente. Este concepto ligado a lo que se está denominando “créditos verdes” va a beneficiar a 8 mil agricultores de todas las regiones del país, quienes podrán acceder a créditos en el Agrobanco.
Esta entidad ha recibido un préstamos de 57 millones de dólares de la Agencia Francesa de Desarrollo – AFD, así informó esta semana el presidente de Agrobanco, para mediante esta línea de crédito se fomente el uso de biodigestores, impulsar la agroforestería, el silvopastoreo, entre otros.
Es importante detenernos en la explicación del presidente de Agrobanco, Enrique Díaz, cuando dice que este tipo de “proyectos verdes” son aquellos que ayudan a la lucha contra el cambio climático o que tienen mejores prácticas agropecuarias. La contraparte a estas buenas prácticas, será que los intereses de los préstamos serán bajos. Se habla que el interés inicial será del 4 %.
Remarcamos, 4 %. Toda una hazaña frente a los agresivos programas crediticios de los bancos del país, ni qué decir de las Tarjetas de Crédito (que parece un asalto crediticio aprovechándose de la necesidad en unos y de la vanidad, en otros); en fin, la situación actual de la oferta de créditos está como para que la Defensoría del Pueblo, pida también explicaciones a la Superintendencia de Banca y Seguros. Así, frente a este sistema bancario, que salga un programa de créditos con bajo interés, es un aliento para emprender proyectos de desarrollo, en este caso, vinculados a la actividad agraria.
El tema se pone mucho más interesante cuando se habla de un adicional de 6 millones de dólares en subsidios por parte de la Unión Europea, esto para financiar la asistencia técnica y los incentivos financieros a los pequeños productores. Y resulta también muy interesante conocer que con este tipo de iniciativas buscan convertirse gradualmente en un “banco verde”, obviamente con los intereses razonables y sin ribetes abusivos.
Esta iniciativa apunta a que cada vez sean más los agricultores peruanos que adopten medidas que colaboren con el medio ambiente, pero en primer lugar esperan que sean los productores de café y cacao de zonas como Villa Rica, Satipo o el Vraem los que reciban los préstamos. Esto porque se trata de cultivos que tienen mucho nivel de exportación.
Será un reto para las autoridades del sector Agrario de nuestra Región Loreto conseguir que esta línea crediticia también alcance a nuestros agricultores en esta primera etapa, conocedores que existe expectativa en la siembra del cacao por parte de los agricultores loretanos. Podrán recibir este financiamiento los productores de forma individual o por asociaciones, a fin de que incrementen su productividad y ganancias gracias a mejores prácticas agrarias, y esto sirva para reducir la emisión de gases de efecto invernadero en un 30%.
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Bajos intereses “verdes”
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