- ¿Pueden los muertos volver a la vida presente?:
Por: Adolfo Ramírez del Aguila
arda1982@yahoo.com
La noticia ya ha inundado los medios escritos de la región y es noticia que vende: «Azucena ya está en Iquitos» tituló un diario local hace poco. Incluso un canal nacional, difundió un especial sobre este fenómeno paranormal y el CD sobre este reportaje se vende como pan caliente en la zona comercial de Belén. Una orquesta loretana ya lanzó en las redes una música pegajosa dedicada a Azucena. Es más, muchos guionistas de cine ya están planeando una próxima película para llevar al séptimo arte este suceso que tiene atemorizado a medio Iquitos.
Pero ¿cómo es eso de la Azucena, que tanto temor está creando en la población loretana? ¿Pueden los muertos volver a vivir para crear tanto terror de ultratumba? ¿No será que es solo un cuento de esos tantos que hemos escuchado en la selva sobre espíritus que asustan a los seres mortales de esta floresta? Estas y otras preguntas intentaremos contestar para no dejar al aire temas tan fundamentales sobre la vida, la muerte y la fe en la otra vida; preguntas además, que nos hemos hecho como humanos desde tiempos muy antiguos.
Azucena es una loretana ya fallecida hace algunos años y fue enterrada en el cementerio de Quistococha (a 7 kilómetros de Iquitos) y según la información que circula hasta en el Facebook, es una difunta que ha vuelto del más allá y se presenta a manera de espectro, en el cuerpo de una señorita guapa de 22 años para cobrar venganza por haber sido violada sexualmente en vida. Natural de San Joaquín de Omaguas, una de los poblados más antiguos de Iquitos, Azucena, fue una joven marginal que vino a vivir en Iquitos buscando un mejor porvenir (como toda joven ribereña); cuenta la historia, que su alma intranquila decidió volver a la vida para tener sexo con hombres y cobrar su propia venganza.
Y como para creer, ya ha fallecido un joven motocarrista a inicios de este año. Los testigos aseguran que se encontró con este fantasma, con este zombi (para utilizar términos europeos) y llevado por sus encantos físicos y personales consumó un acto sexual en uno de los tantos hostales al paso que hay en Iquitos. Tiempo después, el joven galán falleció inexplicablemente y la culpa lo tuvo naturalmente ese encuentro amoroso con Azucena. Testigos con quienes conversé personalmente, me contaron que hay otro joven que está muy grave por los mismos motivos y ya serían dos. Se dice que Azucena descansará en paz cuando haya completado su misión: 12 varones llevados al más allá.
Hasta aquí ¿Qué cree usted amable lector? ¿Un psicosocial para no pensar mucho en estas fraudulentas elecciones? ¿Una propaganda para una nueva película como sucedió con «Charlie, Charlie»? ¿Un cuento mágico más para nuestra larga lista de relatos amazónicos? O ¿Una verdad, la puritita verdad, como dice nuestro Shicshi, sobre lo que pasa en nuestra selva? Le dejamos en libertad para que tome posición y de acuerdo a ella, sonría por tanto cuento o, asústese por tanto realismo.
Aprovecho el tema para hacer mi cherry. Del único ser humano que según nuestra fe religiosa, «…fue crucificado muerto y sepultado, descendió a los infiernos y al tercer día resucitó entre los muertos. Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre», es JESÚS. Este acontecimiento salvador fundante del cristianismo es la máxima razón de nuestra fe. Creemos que el Señor camina junto a su pueblo y VIVE entre nosotros y no es un espectro, no es un fantasma, es real. Bueno, no tiene obligación de creer en esto, la fe cristiana se abraza de corazón, sin ningún tipo de coacción.
Volviendo a Azucena. Mis alumnos con quienes dialogo sobre estos temas religiosos de la vida y la muerte, me mostraron su terror por todo lo que están leyendo (me alegro que lean) y es mi obligación decir lo que pienso al respecto. Valga la aclaración, no es una posición oficial -para eso están mis líderes religiosos- pero creo, que esto de Azucena, sí es real, pero real en el imaginario popular de nuestra selva. Tantos relatos prehispánicos que se transmitieron oralmente por miles de años, como: el cuento del yacumama, el tunchi maligno, el bufeo colorado, la guapa sirena de cabellera larga, etc. Tantos relatos hispánicos que se transmiten actualmente en los libros, como: el barco fantasma, la lamparilla, el chullallaqui (dedicado a los taladores de bosques), etc.
Ni qué decir de los relatos medievales de fantasmas y brujos que nos llegan desde Europa, en sendos tomos de libros (Harry Potter por poner un ejemplo grandioso) que llevados al cine adquieren mayor realismo. Y ahora, con la magia del internet con un click en YouTube, podemos encontrar las más espectaculares historias de espectros y seres paranormales capaces de perturbar nuestros sueños en una noche de apagón citadino.
Azucena, el cuento, intentará empoderarse de nuestra idiosincrasia loretana, si lo logra, pasará a formar parte de un novísimo relato rural-urbano que llamará la atención sobre el drama de tantas «Azucenas» que hoy en día son abusadas sexualmente a lo largo y ancho de nuestra Amazonía. Ojalá nuestras autoridades, crean en este espectro y actúen para implementar políticas de protección a las menores de edad ante la terrible Trata de Personas que tiene como clientes a grandes personalidades de nuestra fauna social, un ex-rector entre uno de ellos. Sino actúan, Azucena vendrá por ellos también.
Yo siempre cuento a mis alumnos, no me creen todos, que el tunchi, el relato, fue creado porque en los poblados antiguos de nuestra selva prehispánica (o sea antes de la llegada del Cristianismo) la gente no le daba mucha importancia al velatorio de cuerpo presente de algún fallecido, salvo que sea un familiar; entonces alguien muy hábil, creo oralmente (para contarlo de boca en boca) la creencia que el tunchi del finado se molesta con aquellos que no van al velorio y como represalia iría personalmente a la casa para jalarles la cobija y no dejarles dormir, silbando fiiiiiiin. Y funcionó el cuento ¿No es cierto? Desde ese día, todo el mundo va a un velorio por miedo al tunchi.
Que este nuevo relato urbano, la Azucena, cumpla su función transformadora en la conciencia del colectivo ciudadano, y ojalá no sea solo de provecho mercantil de ciertos empresarios que ya se frotan las manos para aprovecharse de esta nueva creencia charapa, desvirtuándola y trastocándola.
Que Cristo Resucitado, en este Tiempo de Pascua, nos ilumine para que todos construyamos una Amazonía libre de la Trata de Personas, libre de la violación de menores, libre de la corrupción generalizada. Amén.
Pueblo peruano el tema de azucena es el diablo que esta llevando almas al infierno, y solo DIOS es nuestro salvador, la biblia dice que nuestro señor Jesucristo es nuestro salvador, nuestro escudo, nuestro angel, y esto es para todo aquel que cree en nuestro SEÑOR PADRE CELESTIAL, buscar de ÉL, y luchara por nosotros y nos ara victoriosos, hay que buscar a nuestro DIOS PADRE, de todo corazón y en FE.
DEUTERONOMIO 33,
29 Bienaventurado tú, oh Israel,
¿Quién como tú,
pueblo salvo por Jehová,
escudo de tu socorro
y espada de tu excelencia?
Y tus enemigos serán humillados,
y tú hollarás sus lugares
altos.
2 samuel 22
,4 Invocaré a Jehová, quien es
digno de ser alabado,
y seré salvo de mis enemigos.
LUCAS 13
11 Y he aquí, había allí una mujer
que tenía espíritu de enfermedad
desde hacía dieciocho años, y
andaba encorvada y en ninguna
manera se podía enderezar.
12 Y cuando Jesús la vio, la
llamó y le dijo: Mujer, quedas
libre de tu enfermedad.
13 Y a puso las manos sobre ella,
y al instante ella se enderezó y
glorificaba a Dios.
JUAN 8
32 y conoceréis la a verdad, y la
verdad os hará libres.
MARCOS 5
2 Y cuando salió él de la barca,
en seguida le salió al encuentro,
de entre los sepulcros, un hombre
con un espíritu inmundo,
3 que moraba en los sepulcros,
y ni aun con cadenas podían
atarle;
4 porque muchas veces había
sido atado con grilletes y cadenas,
mas las cadenas habían sido
hechas pedazos por él, y los grilletes
desmenuzados; y a nadie le
podía dominar.
5 Y siempre, de día y de noche,
andaba dando voces en los montes
y en los sepulcros, e hiriéndose
con piedras.
6 Y cuando vio a Jesús de lejos,
corrió y le adoró.
7 Y clamando a gran voz, dijo:
¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo
del Dios Altísimo? Te imploro por
Dios que no me atormentes.
Porque le decía: Sal de este
hombre, a espíritu inmundo.
9 Y le preguntó: ¿Cómo te llamas?
Y respondió, diciendo: Legión
me llamo, porque somos
muchos.
10 Y le rogaba mucho que no los
enviase fuera de aquella región.
11 Y había allí cerca del monte un
gran hato de cerdos paciendo.
12 Y le rogaron todos los demonios,
diciendo: Envíanos a
los cerdos para que entremos
en ellos.
13 Y Jesús se lo permitió. Y saliendo
aquellos espíritus inmundos,
entraron en los cerdos, y el
hato se lanzó al mar por un despe-
ñadero, los cuales eran como dos
mil; y en el mar se ahogaron.
14 Y los que apacentaban los
cerdos huyeron y dieron aviso
en la ciudad y en los campos. Y
salieron para ver qué era aquello
que había acontecido.
15 Y vinieron a Jesús y vieron al
que había sido atormentado por
el a demonio, y que había tenido la
legión, sentado y vestido y en su
juicio cabal; y tuvieron miedo.