Atrapados en la coca

Expresar que el único medio de supervivencia es dedicarse a la siembra y transformación de la coca, es definitivamente atroz, por parte de los sectarios israelitas asentados en el Bajo Amazonas, los mismos que antes estaban dedicados a la siembra de yuca de lo que hacían fariña, al igual que los ticunas de Cushillococha. Ahora, más de diez mil indígenas están, a decir del investigador de temas amazónicos, Róger Rumrrill, atrapados para la siembra de la coca.
Por otro lado, el presidente de la Región Loreto, Iván Vásquez, ha declarado a la prensa algo que ha venido a mover los cimientos de nuestra sociedad. En materia de narcotráfico, sobrepasamos la capacidad del Vraem, que creíamos la mata grande de la siembra y procesamiento de la hoja, asociada al terrorismo.
Vásquez sostiene que son 45 mil hectáreas donde hay sembríos de coca, más del doble de lo que existe en el Vraem, dato que oculta de manera interesada el gobierno, que ha focalizado la lucha contra este flagelo en la selva central, lo que va a denunciar a través de los medios nacionales.
Esta es una revelación que va a traer mucha cola por parte de los narcotraficantes, que nos recuerda la realidad vivida en la década del 70, cuando Iquitos, la capital de la región, era un paraíso de las bandas dedicadas al tráfico de drogas, época cuando se hacía un escandaloso despilfarro de dinero mal habido. En la otra orilla, el gobierno tendrá que dar una explicación del por qué no existe una estrategia para combatir el narcotráfico en Loreto.
Estamos viviendo un momento por demás peligroso en Loreto y eso debería ser motivo más que suficiente para que el Estado dirija su mirada a esta parte del Perú, ahora también en poder del narcotráfico y proceda a iniciar una lucha frontal contra quienes nos han otorgado el terrible sitial como el tercer país en la producción de cocaína, después  de Colombia y Bolivia.