- Finalmente la agraviada no denunció a su agresor

Los gritos desesperados de una mujer alertaron a los vecinos que terminaban de celebrar su aniversario en el asentamiento humano 31 de Agosto, ubicado en el eje carretero de Santo Tomás.
Caminando unos metros más adelante, en donde se había realizado la fiesta de aniversario, se percataron de un sujeto que se encontraba en aparente estado de ebriedad, golpeaba salvajemente a su conviviente.
La mujer lloraba y gritaba, el enardecido hombre no le soltaba. Al parecer, los celos enfermizos del sujeto, hizo que agrediera de esa manera a la infortunada.
Los pobladores al notar esta agresión, fueron en busca del sujeto, el mismo, que intentó darse a la fuga, pero fue retenido por la enardecida turba.
El hombre que no quiso identificarse, fue capturado por los pobladores del asentamiento humano 31 de Agosto. Minutos después fue atado a un poste de madera. Llamaron por varias horas a la policía y al serenazgo y los agentes nunca llegaron.
Fue entonces que decidieron llevar a la pareja, es decir al agresor y a la agraviada, hasta el centro poblado de Santo Tomás, lugar donde se encontraba el agente municipal, para que allí la mujer haga la denuncia del caso.
Sin embargo, los pobladores nunca se imaginaron que la mujer no iba a denunciar a su agresor, quedando este caso de agresión física y verbal en nada.
“Lamentable lo que hizo la señora, a pesar que fue golpeada brutalmente por su marido no quiso denunciarlo. Hicimos de todo para que este hombre pague lo que hizo, pero a ella no le importó. Entonces que siga la fiesta, que siga soportando a ese hombre, qué le sigan golpeando, porque a partir de ahora no vamos a proceder a ayudarla”, sostuvo una vecina de la zona.
Finalmente este caso de violencia familiar quedó como si nada hubiera pasado absolutamente. (C. Ampuero)