Hace poco se desarrolló en nuestra ciudad un seminario para periodistas en prevención de conflictos sociales que fue desarrollada por la Presidencia del Consejo de Ministros, Programa Nacional de las Naciones Unidas y la Comisión Europea.
En este seminario se detallaron la formas de cómo se deben tratar conflictos sociales, el enfoque debe darse al tema sin parcializarse a ninguna de las partes, informando con objetividad. Resumimos, algunos detalles que se consignan en la separata entregada.
¿Qué es ser periodista?
Según el texto «Cartas a un joven periodista» del autor argentino Juan Luis Cebrián, publicado en Buenos Aires en el año de 1993, dice:
Porqué en realidad ¿Qué es ser periodista?, un adagio británico resume semejante destino en el de salir a la calle, ver lo que pasa y contarlo a los demás. O sea que periodista es cualquier ciudadano que quiera hacer eso y no se necesitan ni títulos ni honores para llevarlo a cabo. Al fin y a la postre, como dicen los italianos, se es periodista porque «trabajar es peor».
Lo bueno de los periodistas, de los periodistas a secas, es que se interesan por todo, se enamoran de todo, se arrebatan por todo y para todo. Su oficio es destripar los hechos para sintetizarlos luego.
O sea que un periodista necesita ejecutar el previo deseo de conocer; y en eso se asemeja a los filósofos, pero igualmente ha de sentir la necesidad de contar las cosas, y en esos se parece a los juglares. Su pasión no se satisface sólo con la sabiduría propia, sino también en la curiosidad propia y en la curiosidad ajena, que ha de interpretar y que no siempre coincide con sus intereses, sus ideales o sus propios criterios.
Hay periodistas que escriben, otros que corrigen lo que ellos han escrito, periodistas que hablan por la radio, o quienes están detrás de una cámara de fotos o son operadores de televisión. Pero también hay periodistas que se pasan las horas muertas tras una mesa de despacho seleccionando cables de agencia, y los que no paran de visitar comisarías o estar siempre en escenarios deportivos.
No son pocos los que se encaraman a la tribuna política o al púlpito de la propia religión, periodistas congresistas, periodistas ministros, periodistas predicadores, periodistas detectives, periodistas oficinistas, periodistas listos y tontos, ignorantes y cultos, HONESTOS Y CORRUPTOS, periodistas que prefieren crear la noticia a encontrarla, o los que apuestan por protagonizarla ellos, periodistas que quieren ser académicos y otros que gozan por ser putos, novelistas, actores, ricos, poderosos, bohemios, etc.
Entonces la vocación al periodismo debe parecerse, entonces, a un dolor de estómago, a un cierto mareo o a un orgasmo.
Según la opinión del reconocido periodista peruano Gustavo Gorriti, sobre ¿Qué es ser periodista? Dice: «Muchas cosas. Esencialmente, tratar de mantener lo mejor informados posible a los ciudadanos, sabiendo que la información le da a los ciudadanos poder y libertad. Siempre he entendido al periodista como alguien que se sitúa frente a las instituciones, frente al poder o los poderes, del lado de la gente. La lealtad fundamental del periodista, además, no debe ser para el medio en que trabaja, ni a los partidos, ni a las instituciones, sino a los ciudadanos»
Para Enrique Zileri ser periodista es: «Decir las cosas como son. Tiene que haber un cierto entrenamiento para ello, para no llegar a conclusiones apresuradas o prejuiciosas. El periodista tiene, además, que mantener cierta serenidad aún en momentos muy dramáticos y difíciles. (WGN)






