Unos amigos después de mucho tiempo se cruzaron por la calle y decidieron ir a la plaza más cercana y como “en los viejos tiempos” antes del whatsapp, sentarse a conversar, cada uno con su celular, pero dejándolos inactivos en sus amplios bolsillos.
Todos cuidadosos de guardar la distancia de los dos metros y con las mascarillas bien puestas, bueno, empezó la charla por el tema del estado de salud de cada uno, y no es para menos estando viviendo una de las pandemias más crueles que el mundo haya experimentado por su letalidad y capacidad de reinventarse, hasta el extremo de poder invalidar vacunas recién estrenadas.
Ellos coincidieron que debe haber una relación de inmunidad entre los menesterosos de las calles que generalmente son personas de avanzada edad adulta que han vivido gran parte de sus años bebiendo licores con resinas e ingredientes selváticos, esos “borrachitos” a los que nos referimos casi despectivamente, no se enferman ni mueren.
Uno de los amigos recuerda que su padre que en paz descanse al referirse a ellos decía, “viven porque el aire es gratis”, pero vaya, en tiempos de pandemia por el Covid-19, alguna razón más debe haber en sus defensas internas para seguir “vivitos” durmiendo en las veredas de Iquitos, expuestos a muchas enfermedades.
Los amigos siguen conversando y llegan a la ingrata conclusión que de infectarse por el Covid-19 y requirieran oxígeno para sobrevivir a la enfermedad, ese aire puro y medicinal tiene un costo, y si no tienes la suerte de encontrar un espacio en el hospital con servicio completo, ya fuiste.
Entonces, el “aire ya no es más gratis”, y así visionan que en un futuro no muy lejano sucederá lo mismo con el agua, que todavía nosotros podemos encontrar a unos metros del suelo si queremos hacer nuestro pozo, como antes, para abastecernos o instalar nuestros recipientes para juntar cuando cae la lluvia.
La moda retro no solamente es para el vestuario, es para ciertas costumbres que fuimos dejando con la llegada de la denominada “modernidad”. Así una vez más, va quedando constancia que valorar y cuidar la naturaleza es una de nuestras primeras tareas en nuestro paso por la tierra. Los amigos lo entendieron y están pensando cómo mejorar la calidad del aire y del agua, para tener calidad de vida y prevenir enfermedades.
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