- Opinó el Padre Agustín Arévalo, respecto a las actividades ilícitas que cometen algunas personas.
Un padre joven que siempre en las misas lanza un mensaje esperanzador a los creyentes, a los fieles que asisten a las diversas Iglesias para que no sientan que todo está perdido en el mundo. Y en el mundo personal de cada ser humano.
Estuvo en la misa por el Día de San José, fue en la remodelada capilla del Hospital Regional “Virgen del Carmen” (donde hay dos cristos crucificados). Ahí asisten los trabajadores, los pacientes y familiares de estos.
“Siempre se realizan misas los días viernes en esta capilla, pero ahora por ser el Día de San José, las responsables han tenido la bondad de invitarnos y acá estamos.
Estamos para transmitir fe y esperanza, no solo a los trabajadores sino también a los enfermos. La fe es importante en los momentos difíciles por los que pasa un paciente. Rogamos por los trabajadores para que brinden un buen servicio y salgan contentos de su labor diaria, pienso que su labor es fundamental en el hospital”, habló Arévalo.
También se le consultó sobre la movilización en contra de la minería ilegal, realizada ayer y otro tipo de contaminaciones que sufren los ríos y la Amazonía.
-Es una preocupación bastante grande para todos aquellos que velamos por la vida y salud de la población. Hay que denunciar todo aquello que va en contra de la integridad de las personas, en contra de todo aquello que no es justo, que no es noble, que no es lícito. Obviamente todo cristiano tiene que rechazar, tomar una posición en contra de ello.
¿Y pedir a las autoridades que actúen porque para eso se les nombra?
-Claro. No solo que actúen, sino que también tengan las herramientas legales con las cuales puedan ejecutar acciones. A veces se sienten atadas de manos porque no hay una reglamentación o las normas no son suficientes y eficientes para poder actuar como corresponde contra las personas que están cometiendo estos ilícitos.
A veces detienen a personas que son responsables de ilícitos y luego terminan siendo liberados, como si no pasara nada. A veces la ley tiene vacíos y ampara hasta al que delinque. Eso se tiene que pensar, evaluar y de alguna manera corregir. Siempre pensando en contribuir al bien común.