¿A qué se juega?

En un estado de derecho en democracia cómo tenemos en nuestro país, la gozamos, exageramos y cometemos omisiones. Es el panorama en cuanto a la protesta de los maestros por la falta de pago del sueldo del mes de diciembre. Siendo que unos cinco mil ya cobraron su sueldo completo y otro tanto todavía no recibe, y todos recibieron su aguinaldo de ley.
Decimos que hablando se entiende la gente, pero cuando el diálogo se vuelve de sordos y especulativo, sí que estamos en una peligrosa situación que puede provocar reacciones inesperadas. Peor aún si ese diálogo no se da de forma permanente mientras avanzan las gestiones de solución de un problema que arrastra el sector desde varios años atrás.
Por un lado, la misma dirección de Educación ha tenido un retraso y todavía lo tiene en explicar de lo que viene ocurriendo con el presupuesto de ese sector tan importante desde donde salen los planes educativos para nuestros hijos e hijas. Tal vez sea el momento de hacerlo, con la crudeza de la realidad, porque eso es lo que se percibe del presupuesto que aparentemente no alcanza.
También, en el otro extremo tenemos a una dirigencia sindical que, con sus errores y aciertos, es un brazo de reclamaciones para los profesores en general, pero que también tiene ciertas incoherencias respecto a su actuar.
A través de los reportes radiales y en diversos medios de comunicación se ha expresado la urgencia del pago, y por supuesto que es legítimo, y bien dicho que estaba programado con fecha y presupuestado, pero fuentes de la dirección de Educación señalan que vienen trabajando en ello, o sea, para cancelar a los docentes, aunque, vaya incoherencia que los protestantes no permiten el ingreso a las instalaciones de la sede educativa donde los técnicos y profesionales vienen trabajando, haciendo las gestiones administrativas para los pagos. ¿A qué se juega?
Un analista al paso comentó que la conducta sindical señala que son “armas” para la vigencia de ciertas dirigencias, porque cuanto más se extienda la demora en la solución más vitrina pública para las arengas reivindicativas, que en una figura como la que se describe suena perversa. Ojalá hoy dejen ingresar a los trabajadores para que trabajen la solución al pago, que como en años anteriores siempre encontraron una salida.
Es que además es la obligación de quienes dirigen la DREL en su momento. Pero, debe informarse qué viene pasando y cómo debe darse una solución definitiva, porque esto no debe seguir sucediendo en años venideros, encontrando soluciones como sea.