Circos

Conforme a su significado los circos son recintos cubiertos por una carpa, con galería para los espectadores, que tiene en medio una o varias pistas donde actúan malabaristas, payasos, equilibristas, y una variedad de presentaciones artísticas.
En esta temporada en nuestro país los circos hacen su aparición con motivo de las fiestas patrias, notándose más su presencia en Lima, que llama la atención de grandes y chicos y de miles de peruanos que acuden a la capital a vacacionar, principalmente de la costa y sierra del país por la facilidad de las carreteras que hace más económico el transporte.
Los circos tienen su encanto, claro que sí, y también hay una variedad en cuanto a precios de las entradas lo que las hace más accesibles, aunque no solamente se aparecen en el mes de julio, como en nuestra ciudad de Iquitos que puede ser en cualquier mes del año, son espectáculos que se han reinventado.
Hace buen tiempo los circos se relacionaban más con los payasos y los animales amaestrados que eran parte del show actualmente están prohibidos para preservar la fauna silvestre y evitar el maltrato animal.
Aunque pensar en un circo nos esboza una sonrisa, es una palabra que tiene como sinónimos a la confusión, caos, desorganización, y este conjunto de palabras es lo que describe a lo ocurrido ayer poco antes del último partido de fútbol de la final de la Copa América entre las selecciones de Colombia y Argentina, donde ya sabemos ganaron los pibes argentinos.
Y podemos ver que unos son los circos festivos y otros los figurativos circos bochornosos como lo sucedido al ingreso del público en la sede del evento en Miami – Estados Unidos, donde señalan a los hinchas colombianos como los que hicieron todo el laberinto queriendo ingresar sin boletos perjudicando a los que adquirieron con regularidad su pase.
Una costumbre suramericana de “viveza” y de muy pésima educación que los latinos que tienen residencia en ese país lo distinguen muy bien y por supuesto que no la justifican. Un mal ejemplo para todos, grandes y chicos. Que los organizadores debieron prever, sí, conociendo los comportamientos, sí. Felizmente no fue peor, y que sirva de lección a todos porque está de por medio la integridad física y emocional de miles de personas.