20/MAYO/1964………RECUERDO DE LA TRAGEDIA DEL ESTADIO NACIONAL

 

Hace 47 años, el fútbol mundial vivió una tarde de muerte y desolación en el Estadio Nacional de Lima. Tragedia, donde más de 330 aficionados fallecieron  como producto de la asfixia y presión a la salida  de las tribunas, cuyas puertas, infelizmente, estaban cerradas. Ocurrió  durante el partido Pre – Olímpico, que se jugaba en el Estadio Nacional entre las selecciones de Perú y Argentina. Perú necesitaba ganar para clasificar a las Olimpiadas de Tokio, y Argentina ganaba por 1/0 (gol de Néstor  Manfredi).

 

Estaban en el Estadio 47,000 espectadores.  A 5 minutos antes de finalizar llegó el gol de Víctor «kilo» Lobatón, que el árbitro uruguayo Ángel Eduardo Pazos, anula. Esta decisión irritó tanto a los aficionados que desencadenaron  una tragedia de proporciones inexplicables.

 

«Kilo» Lobatón entró al área, la pelota daba botes, un zaguero argentino  rechaza y Lobatón pone la plancha, el globo choca  en los botines de «kilo» y se produce el gol (para muchos bien anulado). El arquero era Mario Agustín Cejas. Aparece el negro «bomba» (albañil de profesión) cargado de ira, descontrolado (con unas chelas encima) salta a la cancha   y como una fiera va en busca del árbitro. Un policía lo jala y cae al piso y un perro lo muerde en la nuca. En las tribunas se produjo un desconcierto general. A la orden del General de Policía Jorge Azambuja, se disparan bombas lacrimógenas  a las tribunas. La gente comienza a salir desesperadamente  encontrando la muerte. Muchos aficionados  fuera del Estadio, hicieron destrozos, quemando carros.

 

El árbitro retornó a su país y se enteró de lo sucedido, tomando la decisión de refugiarse en un convento.

 

En Lima, muchos hogares perdieron  a sus seres queridos. El Estadio quedó clausurado  por mucho tiempo, hasta su remodelación. Esa infeliz tarde, el periodismo deportivo, lo recuerda con mucha pena, reflexionando, tratando de comprender lo sucedido y sacar conclusiones positivas, para que estos casos no vuelvan a suceder  en nuestros escenarios deportivos, recomendando a las autoridades  y PNP, tomar las precauciones del caso.

 

El fútbol siempre debe ser sinónimo de  alegría y unión, jamás  de tragedias y muertes…..depende de todos.

 

HACIENDO  DEPORTE… TAMBIÉN  SE  HACE  PATRIA.