Siempre hemos escuchado decir que el vivir en una zona como la Amazonía, es una bendición, es que estamos en una de las zonas con más biodiversidad del mundo, que se traduce en maravillosos recursos naturales y afluentes de agua dulce.
Cuántas veces en la zona de sembríos se ha escuchado decir cuando empieza una lluvia, que Dios nos está enviando su agua bendita. Eso en la parte espiritual de la explicación del fenómeno atmosférico, pero que, como sabemos tiene su concepto científico para que se produzca.
La valoración del agua viene de cientos de años, aunque en el correr del tiempo el impacto de la contaminación la ha alcanzado, al punto que está en niveles alarmantes, por las diversas causas, entre ellas, el derrame de petróleo, el combustible que las naves fluviales dejan a su paso por los ríos, y en los últimos veinte años la aparición de la minería ilegal que extrae oro de los ríos Amazónicos.
Para la región Madre de Dios, la minería ilegal ha sido una experiencia muy contradictoria, por un lado, generación de trabajo ilegal con ingresos económicos para sus necesidades y, por otro lado, la horrible contaminación. Y por si fuera poco la presencia y aumento de actividades criminales como la trata de personas.
Por eso, en este día mundial del agua que se conmemora hoy viernes 22 de marzo, nos unimos, como ya se refleja a través de nuestras informaciones, a las diversas acciones para llamar la atención de las actuales autoridades en la defensa de nuestro vital recurso: EL AGUA.
Una de esas actividades fue la marcha por diversas calles del centro histórico de Iquitos, para reclamar por todos los ríos de Loreto que están expuestos a ser contaminados, los que vienen siento contaminados ante el silencio cómplice de ciertos gobernantes, los espejos de agua que esperan ser remediados y por la defensa del río Nanay que viene siendo contaminado por la minería ilegal aurífera. El reclamo está latente, por nuestra vida y por los que vendrán más adelante.
Agua bendita
