La vida tiene muchos matices que se generan en la búsqueda de la felicidad, se podría decir que forma parte de nuestras necesidades básicas y en eso se basan ciertas autoridades o casi todas, para realizar actividades recreativas tipo show para distraer a la población.
La gente en un buen número lo toma como una sana intención de que se desarrollen ese tipo de actividades para divertirse, combatir el estrés por un momento, compartir un momento junto a la familia al asistir a este tipo de eventos.
Una muestra ha sido el reciente show a propósito de la fiesta sanjuanina donde cada distrito de Iquitos, incluyendo la sede regional crearon su propio programa en lugar de sumar esfuerzos. El resultado fue que tuvimos a toda la ciudad en movimiento, eso está bien, pero si consideran la cooperación real mejores resultados se tendrían.
Lo que siempre sorprende es cómo se destinan millonarios recursos o en su efecto miles de soles que se dice para otras necesidades, no hay, no hay presupuesto, no tenemos…en fin la negativa puede ser de distintas formas.
Con los millones y los miles, cuántas alcantarillas de calles se hubieran podido refaccionar desde la profundidad del problema que la obra que sigue en proceso judicial nos dejó. Cuánta obra de real necesidad se podría hacer.
Necesitamos una autoridad que se sincere y nos diga, contamos con tanto de dinero y las prioridades son estas, dependiendo si es una zona urbana, rural o indígena, pero para poder hacer esas obras necesitamos austeridad total, no gastar en tanto show, e ir solucionando los problemas que una vez resueltos mejorarán nuestra calidad de vida.
Pero, para eso se necesita una autoridad íntegra, que tenga vocación de servicio, no de servirse ilícitamente, y que se rodee de profesionales y técnicos honestos, no de personalidades sin escrúpulos que tienen como lema “robar y robar”, sin importarles para nada su reputación, menos los derechos ciudadanos, y que sólo cuando están con procesos judiciales y camino a la cárcel se acuerdan que tuvieron padres y madres que les inculcaron valores y se negaron a cumplir.