En un recorrido por varias comunidades rurales de la zona de la carretera Iquitos – Nauta y por las vías de penetración, sigue latente la aspiración de contar con el servicio de energía eléctrica, pero el proceso no solamente implica un trámite, sino, tener un efectivo para los costos de este proceso.
En algunas comunidades pequeñas que no suma las veinte viviendas comentaban que se enteraron que tienen que superar esa cifra para que el tramite no sea muy costoso, ello de acuerdo a la realidad económica de los habitantes.
Mientras que contaban con un vecino que había logrado “jalar” de un cableado, pero el mismo les cobraba para esa “instalación” entre 600 y 1000 soles, a la que, por supuesto no pueden acceder ya que la mayoría, o casi todos viven de la venta de sus productos que es ínfima.
Otra realidad es de las comunidades que pasan el número de veinte casas y fácil llegan a cerca de 200, pues, el trámite se hace más viable y el costo bordea los 100 soles considerando varios conceptos. Haciendo así posible que cuenten con energía eléctrica a domicilio y cada familia asumiendo el costo de su consumo mensual.
Esta situación nos hizo recordar que existen otros sistemas para dotar de energía o luz eléctrica a los hogares rurales, siendo una alternativa la energía solar que ya se viene poniendo en práctica en varias comunidades de otros distritos de la región.
De esta forma, han solucionado parte de su necesidad hasta que las instalaciones fotovoltaicas pueden generar más potencia y cubrir mayores necesidades del consumo de energía, ya que, si bien tiene una limitación de potencia, es la solución más inmediata y de acuerdo a la economía de las familias que es muy baja.
En cuanto al sistema que utiliza motor, se torna un problema el abastecimiento del combustible para su funcionamiento que es costoso, se reitera, para los muy limitados ingresos de los hogares rurales, así como cuando el motor se malogra y tienen que repararlo. La energía limpia y renovable como la energía solar, se muestra como una alternativa real y que varios países en Suramérica ya lo vienen utilizando con éxito.