Con llantas bajo el agua

Cuando empezaba a oscurecerse la ciudad de Iquitos, ayer, empezó la dura experiencia de miles de conductores para llegar lo más pronto a sus destinos antes que el agua suba demasiado, pero nada, como siempre en los intensos aguaceros la inundación de las calles complica el tránsito vehicular.
Hemos sido testigos en vivo y en directo, empleando un término televisivo de cómo las pistas empezaban a anegarse con las aguas pluviales, mientras los conductores de motos y motocarros, que nos encontrábamos en la ruta nos transmitíamos la tensión de conducir con las llantas bajo el agua.
Es que nuestras calles llenas de desniveles y huecos, estos se tapan con las aguas y no es posible saber si vas a caer en uno de ellos. Sucede también que un día un sector de una pista está sin hendidura, pero de pronto al siguiente día ya aparece una falla que puede ser fatal para cualquier conductor.
Que te alcance una fuerte lluvia cuando no llegaste a tu destino y tengas que correr los riesgos que implican no solamente las calles inundadas, sino, que esas aguas no sean solamente pluviales, sino, que vengan del arrastre de desbordes de aguas de desagüe, es por decir lo menos, desafortunado.
Muchos deben haber llegado a casa como nosotros para de inmediato darse un baño y desinfectarse con alcohol, así como con las enormes ganas de tomar algo calientito. Es lo que invitaba la experiencia de haber tenido que conducir bajo una lluvia con grandes gotas y temerarias descargas eléctricas.
El otro escenario que pudimos observar, es como los vecinos de las calles que se inundan, pero que las aguas no llegan hasta sus casas, se deleitan tomando fotos y filmando, mientras que los tensos conductores y pasajeros de motocarros viven la tensión del riesgo de estar en media pista en esos precisos instantes.
Se podían escuchar gritos y risas, mientras otros vehículos mayores con sus llantas levantaban “oleajes” sobre los cuerpos de los conductores de motos y motocarros, así somos pues, no hay empatía o muy poca con la dificultad de los otros, que inclusive significa un riesgo a la integridad física.
El otro punto es, cuándo llamarán a una conferencia de prensa las autoridades responsables de este enorme perjuicio provocado por la “mano del hombre” por la obra del alcantarillado, por la falta de limpieza y mantenimiento al sistema de desagüe, que incluye a los sifones. Y otro aspecto, hasta cuándo todos y toda la ciudadanía nos sumaremos a la campaña de no arrojar basura en los sifones. En este problema hay responsabilidad social compartida.