Hoy es el Día Internacional del Trabajo y vaya nuestra felicitación para todos los trabajadores en general, para los que están en planillas, para los que laboran por servicios, para los nombrados de las instituciones públicas, para los ambulantes, para quienes se quedan trabajando en el hogar y para los que trabajan en servicios voluntarios.
El Día Internacional de los Trabajadores o también conocido como el Primero de Mayo es la conmemoración del movimiento obrero mundial. Es una jornada que se ha utilizado habitualmente para realizar diferentes reivindicaciones sociales y laborales a favor de las clases trabajadoras.
Las luchas reivindicativas son de todos los tiempos, razones sobran porque el propio sistema trunca varios procesos a favor de los trabajadoras y también porque las leyes se quedan como inertes y no se van modificando y adaptando a las nuevas realidades, de forma oportuna.
Casi todos debemos tener en mente el trabajo deseado, el ideal que perseguimos como objeto laboral, y eso nos impulsa en el día a día a dar lo mejor que tenemos como experiencia de trabajo y por supuesto que vamos aspirando a mejorar, por lo que todo esfuerzo por más pequeño que sea a favor de tener un mejor espacio trabajo, es legítimo.
En muchas décadas pasadas el tema del trabajo se configuraba como esclavitud, muy pocos tipos de trabajos tenían acceso a ciertos derechos, es por ello que se organizaron y dieron protestas mundiales en esa búsqueda de conseguir derechos laborales, con lo que se mejorarían los salarios y las condiciones en las que se desarrollan las mismas.
Es necesario recordar que esta fecha festiva tiene su base escrita en la historia y varias fechas relacionadas como el acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, es una jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago.
Estos sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en Estados Unidos por participar en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket. A partir de entonces se convirtió en una jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores en sentido general que es conmemorada en mayor o menor medida en todo el mundo.