Sin el arte el mundo sería menos importante; celebremos hoy la existencia de esa forma tan digna de sobrevivir al tiempo.
Por: Duller M. Vásquez G.
Este título y la frase subsiguiente están impresos en la página 13, Cultura, del diario La Primera,(14-02-2011) sobre la labor del pintor Chorrillano Bruno Portugués, poseen un significado profundo por la importancia del arte en la vida del ser humano y de la civilización en general, puesto que ya se encuentran las manifestaciones artísticas desde el Paleolítico Superior, en las cuevas de Altamira y Lascaux, y en otras partes del mundo, y persistirá con el hombre en el futuro. Al respecto surgen algunas preguntas: ¿Quiénes se dedican al arte?, ¿Se puede vivir del arte?, ¿Es necesario el arte en el desarrollo de un pueblo?. Cada uno puede expresar su opinión, tiene libertad de hacerlo y en ese sentido, expreso el mío. Se dedican al arte los que lo aman de verdad, unos más que otros, y entre ellos están los que persisten en su práctica, sufriendo necesidades, contratiempos, indiferencias, críticas y hasta desprecio de los demás, pero insisten, hasta lograr sus objetivos. Por ello, nos remitimos a la frase del insigne pintor y retratista nacional, Bruno Portugués «El arte es una religión, un credo, no un status de vida». De la siguiente pregunta se podría afirmar, que se puede vivir del arte y lo hacen muchos que tienen la suerte de vivir en un país donde se apoya al arte, hay consumo de obras de arte y por supuesto, se producen obras de gran significado artístico. Para la tercera pregunta la respuesta considero es el de la sumilla, que refleja fielmente la importancia y necesidad del arte en la vida del hombre.
De lo anterior y teniendo en cuenta nuestra realidad regional, nos permitimos hacer algunas inferencias. La Escuela Superior de Bellas Artes «Víctor Morey Peña», de un tiempo a esta parte viene siendo objeto de ataques por personas que ahora están ocupando un cargo menor en la gestión municipal, con amenazas a la Directora y alumnos de desalojo de un pequeño local adyacente, que ahora están ocupando porque necesitan de mayor espacio para sus prácticas artísticas y, reciben hasta amenazas de desalojo de su propio local. ¿Es que el arte no tiene importancia para estas personas?. Después de varios años de lucha para conseguir un local propio, lograron que el ex alcalde Iván Vásquez les cediera el local que ahora ocupan, aunque de dimensiones pequeñas por lo angosto de su fachada, que más se parece al de una vivienda popular y no de una Escuela de Bellas Artes, que requiere ahora de mayor espacio para desarrollar sus clases académicas y artísticas, debido a la cantidad de alumnos que año a año se incrementan, para seguir la digna carrera del arte, y que quizás mañana den renombre a la ciudad por sus obras, como la dieron anteriores artistas cuya meritoria trayectoria y labor registra la historia del Arte regional y nacional. Por eso, la Escuela Superior de Bellas Artes «Víctor Morey Peña», debe contar con un local amplio, donde los futuros artistas puedan trabajar a satisfacción y con libertad de espacio, que son las condiciones necesarias para la creación de obras artísticas. Las autoridades y la comunidad en general, con una visión de futuro deben considerar la gravedad de este problema y apoyar para que todo el espacio, incluido el que da a la calle Castilla, debe pertenecer a la Escuela Superior de Bellas Artes «Víctor Morey Peña». La sociedad, los estudiantes y las generaciones venideras les agradecerán y honrarán sus nombres por sus labores altruistas en bien de la ciudad.
Con respecto a la actividad teatral, Iquitos no cuenta todavía con un local oficial de las artes escénicas para su desarrollo, como sí ocurre en otras ciudades del país, donde existe una mayor actividad y producción teatral. Desde su transformación de una aldea pobre y aislada en las últimas décadas del siglo XIX -como muchas que existen a la orilla de los ríos- a una ciudad briosa y pujante en la primera década del siglo XX, época del apogeo de la explotación el caucho, por la venida de inmigrantes nacionales y de otras partes del mundo, quienes, entraron a la selva profunda en busca del oro negro que era muy requerido entonces en Europa y EE.UU. Los caucheros, luego de meses de arduo trabajo sacaban sus productos y los vendían a las compañías acopiadoras y con sus ganancias se divertían en la pequeña ciudad que carecía de un local teatral donde pudieran apreciar obras de música, canto y teatro, por compañías que llegaban de Europa especialmente, surcando el río Amazonas. Unos empresarios emprendedores construyeron, en los primeros años del siglo XX, un local de cine y teatro al que denominaron Alhambra, situado en la segunda cuada de la calle Napo, frente a la Plaza Principal. Este local llegó a constituirse por casi medio siglo, en un local emblemático de la ciudad, preferido por varias generaciones de espectadores, quienes apreciaron en su escenario y en su ecran, funciones de música y canto, zarzuelas, operetas y obras teatrales por compañías de comediantes, así como innumerables películas del cine mudo y sonoro, en blanco y negro y a color, películas de acción, de misterio, de aventuras fantásticas, románticas y cómicas; hasta que un incendio le destruyó totalmente un 05 de abril de 1954. Desde esa fecha y aún desde la época del caucho hasta la actualidad, Iquitos no cuenta con un Teatro Municipal, donde la población pudiera apreciar conciertos de música selecta, música y danza folklórica y nativa, conferencias varias, exposición de cuadros y esculturas, así como teatro para niños, jóvenes y adultos, con temas regionales, nacionales y universales. Son inconmensurables los resultados culturales, artísticos y socioeconómicos que ocasionaría en la región y en la ciudadanía, en niños, jóvenes, y la existencia de un teatro municipal y también en el desarrollo del turismo, ahora que la ciudad ha sido considerada como una de las diez ciudades más importantes a nivel mundial para visitarla.
Por Ley 29565 del 2010 se creó el Ministerio de Cultura y por Decreto Supremo Nº 01-24-09-2010 el Instituto Nacional de Cultura (INC) se transformó en Ministerio de Cultura a nivel nacional. El primer Ministro de Cultura Sr. Juan Ossio, con el fin de desarrollar en toda su amplitud, las actividades culturales y artísticas así como el desarrollo socioeconómico de la población peruana, de acuerdo a los tiempos vigentes, ha dispuesto la formación de una Comisión encargada de elaborar un Sistema de Información, a fin de obtener un panorama o visión general de la realidad en que se encuentran las actividades artísticas a nivel nacional. En tal sentido esta Comisión está teniendo coordinaciones con personas representativas de las distintas disciplinas artísticas y culturales, especialmente invitadas. En la disciplina de teatro el Sr. Tomás Temoche ha informado en forma amplia, como Coordinador General de las Muestras Nacionales y Regionales de Teatro Independiente, la situación en que se encuentra el teatro en todo el país. Posteriormente se realizarán otras acciones necesarias para profundizar en el estudio y el desarrollo de una política cultural en el país.
Como colofón me permito compartir con el amable lector, una anécdota agradable en referencia al título del presente artículo. En el año 2000 se realizó en la ciudad de Arequipa, la XIX Muestra Nacional de Teatro, al que debíamos concurrir, pero no logramos juntar el suficiente capital en las presentaciones en los colegios para el viaje de regreso de la Muestra. Aún así decidimos acudir. En la noche anterior a la clausura de la Muetra, solicité a un Oficial de policía que nos hiciera subir a uno de los camiones de carga que iban hacia Lima. Me dijo que eso no estaba permitido y me recomendó que hablara con el regidor de Cultura de la Municipalidad. Explicamos a las secretarias el motivo de nuestra visita. Cuando llegó el señor regidor, fue informado de nuestra solicitud y la de un joven empresario que quería obtener dispensa de impuestos para un espectáculo que iba a presentar. La secretaria regresó y de la manera más natural nos dijo: «para ustedes no». Regresábamos preocupados pero luego nos llamaron, ¡Dios es Grande! el joven empresario cual samaritano moderno, nos prometió pagar los cinco pasajes a Lima. La secretaria nos dijo: «Y por qué han venido de tan lejos sin tener plata para el pasaje de regreso», y fue contestado: Hemos venido acá sólo por «Amor al Arte». Entonces ella nos retrucó «Para otra vez, no vengan de tan lejos, sólo por Amor al Arte».