En muchos espacios de la sociedad iquiteña y loretana el día de ayer se habló de la amistad y del amor que nos tenemos los unos a los otros en el marco de la festividad conocida como San Valentín: Día del Amor y de la Amistad.
Mucha gente mandó saludos, mensajes tiernos, deseos maravillosos, pero también muchas bromas pesadas hasta subidas de tono con ribetes sexuales o alusivos a infidelidades de las parejas. Hasta en esta fecha especial lo grotesco se filtra.
Los comercios se llenaron de globos rojos, tarjetitas, flores, peluches, y tanto accesorio pueda ser útil para dedicar a quien amamos o tenemos una linda amistad. También los shows en vivo con cantantes de la música romántica presentes en la fecha.
De pronto, por momentos estuvimos en ambientes muy saludables con personas alegres, optimistas, saludándose y abrazándose, bendiciéndose y deseándose lo mejor de la vida. Realmente fue una sensación de vida intensa lo vivido.
Cosa que ante tanto problema diario y noticias decepcionantes y desesperanzadoras, vemos la necesidad de seguir experimentando momentos como los vividos ayer. Por lo que nos preguntamos ¿Y si nos proponemos transmitir amor en el día a día?
Estamos conscientes que estamos de paso por este mundo y que en cualquier momento decimos chau. Ya fuimos. Y, ¿qué dejamos? ¿qué llevamos? ¿a dónde vamos? Lo único concreto es que no llevamos nada y dejamos solo un recuerdo de nuestro paso por quienes nos conocieron.
Cómo quisiéramos que todos los días sean del amor y de la amistad. Sería un freno a decisiones que se originan por odios y rencores. Por lo menos en millones de personas en el mundo y miles en Loreto, y también millones en el país, surtiría efecto.
Es que los gestos de amor hacen posible lo imposible. Muchos problemas se solucionarían si este sentimiento cala en el corazón y el espíritu de nosotros los humanos. Por eso deseamos que San Valentín sea declarado el personaje con presencia durante todo el año. Que sea así en nuestros corazones, ya es un avance.
Todo amor
