Bosque antes que primavera

Esta semana en diferentes entidades públicas de sobremanera se vienen realizando actividades culturales en el marco de la Semana del Bosque, que es lo que nuestra naturaleza nos muestra, porque la primavera solo es de nombre, esa estación no tenemos en la Amazonía en general y en Loreto en particular.
Es el profesor Gabel Sotil García con un buen grupo de académicos e investigadores del entonces Instituto Superior Pedagógico de Loreto, lanzaron la celebración del Festival del Bosque desde el año 1989. Fue todo un desafío al currículo educativo nacional que nos imponía la primavera.
Por supuesto que nadie tenía, ni tiene en contra de esta bella estación que es realidad en otras regiones del país. La idea siempre fue y será el aproximarnos a nuestra realidad, disfrutarla, valorarla y amarla.
En la actualidad, ya tiene reconocimiento oficial, otorgado por la Dirección Regional de Educación de Loreto–DREL-, mediante Resolución Directoral N° 02642-2000-CTAR-DREL-D, del 22-06-2000. Este documento establece que la tercera semana de setiembre de cada año se celebre la Semana del Festival del Bosque, incorporándola al calendario cívico escolar regional.
Un escrito nos habla de este festival como una festividad surgida en el marco del profundo cuestionamiento a la actual educación amazónica, originado ante la constatación de que en el seno de las escuelas de nuestra región la acción educativa se realizaba en una atmósfera axiológica incompatible con nuestras características ambientales.
Atmósfera con la que se expresaba la ignorancia del bosque en sus diversas manifestaciones, el desprecio por nuestra flora y fauna, la indiferencia ante los problemas ambientales, la vigencia de actitudes propiciatorias del extractivismo mercantilista, etc.
Es, por tanto, una propuesta contributiva a la búsqueda de soluciones a los graves problemas educacionales existentes hoy, originados en la incoherencia entre la praxis y la orientación de la labor educativa con las demandas del contexto regional.
Para hacer de la educación un instrumento al servicio de los intereses más trascendentes de nuestra región. Implícito en la celebración de este festival está el efecto reforzador de la autoestima de nuestros educandos, por cuanto ellos son actores y testigos de la revaloración de su propio universo existencial. Por eso esta semana tiene color, sabor y aroma del bosque. Una celebración que ha traspasado las aulas escolares y con orgullo se celebra en muchos espacios de la sociedad loretana.