«Para adoptar es importante dejar de lado los prejuicios, porque muchas veces por prejuicios y por temores no vienen a un programa de adopciones», nos decía recientemente la Dra. María Angiano Briceño, de la Oficina Regional de Adopciones de Loreto, cuya jurisdicción abarca hasta la región San Martín.
Con la ternura del ser humano y su preocupación por el bienestar de muchos menores de edad que esperan ser adoptados, nos comentó: «En realidad cuando uno tiene un hijo biológico, a veces, ni siquiera lo planificas y viene, pero, un hijo adoptivo, para tenerlo los padres y madres vienen acá, se capacitan, son evaluados y posteriormente son declarados aptos para ser padres y madres adoptivos. Es todo un proceso».
Complementó: «Hay dos tipos de padres para mí particularmente. Es algo que lo he sacado de una novela, y les comparto porque me ha gustado. Se habla de los hijos biológicos, yo te hablaría en adopciones de hijo corazonológico. Padre biológico, padre corazonológico, no lo procrea, la madre no lo lleva en su vientre, pero lo llevan en su corazón, en su deseo de ser padre, de ser madre».
Estas reflexiones las hizo con el ánimo de que más parejas y personas solteras que lo deseen, pueden asistir a recibir orientación para adoptar. «Yo sé que hay muchas familias, que Dios de repente no les ha dado el don de ser padres o madres biológicos, pero, tenemos acá nosotros una decisión. Por eso se dice: Adopción, decisión de ser familia». (D.López)