Decisiones

Alguna vez, en los tiempos de Mohammad Reza Pahlevi, Sha de Irán, en una escuela de Teherán, los muchachos jugaban pelota en hora de recreo. Uno de ellos aventó una fuerte patada al balón que fue a dar en una ventana de vidrio de una ventana del burdel que estaba situado junto al centro educativo. Las autoridades decidieron trasladar a la escuela a otro lugar, porque no podía seguir estando junto al burdel ya que estaba ocasionándole daños. Eso fue en Irán. Aquí, por supuesto, la población hubiera salido a las calles a exigir que el burdel sea clausurado y en todo caso trasladado a un lugar lejano. Ahí vemos que la moral es relativa. Lo que está bien allá, aquí está mal. Las decisiones que se toman dependen del color del cristal con que se mira.
Así tenemos que la decisión de legalizar el matrimonio gay en los Estados Unidos de América, ha generado las más diversas opiniones, unas aplaudiendo la medida y otras, por supuesto, cuestionándola como una decisión trágica. Por otra parte, el presidente Ollanta Humala ha tomado la decisión de no dejar que los héroes de la Operación Chavín de Huántar, sean tratados como villanos,  pidiendo a los magistrados de la Corte Internacional de Derechos Humanos, reflexionen sobre el fallo pendiente.
En lo más cercano a nosotros, el conocerse que en nuestra región, más de sesentaidos mil niños sufren anemia, la ciudadanía espera una rápida decisión del gobernador regional para ordenar lo necesario para combatir a este flagelo al que se suma la desnutrición crónica, especialmente en los niños de las provincias de Alto Amazonas, Datem del Marañón y Mariscal Ramón Castilla. Nuestros niños se están muriendo en vida y así qué futuro podemos esperar.
Para finalizar, volvemos a las líneas iniciales. Las decisiones, las mejores y las equivocadas, cada una tiene un lugar en el comportamiento del hombre, para bien o para mal.