La confirmación de dos casos de la enfermedad Chikungunya en la ciudad de Leticia – Colombia, nos ha puesto en alerta, más que antes, eso porque la conexión diaria que tenemos por río y por aire con esa vecina ciudad nos hace vulnerables al contagio, y ese riesgo nos debe llevar a que todos pongamos el hombro, colaboremos seriamente, con las acciones de prevención.
La Dirección Regional de Salud ha iniciado la fumigación y nos han exhortado a que cumplamos con las indicaciones, una de ellas es que debemos permanecer una hora fuera de nuestras casas, como mínimo, luego de haber sido fumigados los ambientes, además de tener las puertas y ventanas cerradas.
Otras medidas tienen que ver con la destrucción de los criaderos de zancudos, que son objetos que acumulan agua en nuestro entorno, pueden ser floreros, botellas, cáscaras de coco, etc. Y el tema de la limpieza en el hogar, puesto que tenemos a veces la mala costumbre de almacenar botellas u otras cosas que no utilizamos, y si tienen apenas un poquito de líquido acumulado, se convierte en un criadero.
Por supuesto que nadie quiere verse afectado por la Chikungunya, ni por el Dengue, menos que nuestros hijos lo puedan padecer, pero, para tener éxito en este deseo nuestra colaboración es fundamental. Las autoridades tienen que hacer también lo suyo y sabemos se están preparando para la eventualidad de casos a presentarse. La idea es que con las medidas de prevención sean muy pocos casos.
Ahora le ha tocado a Leticia afrontar una situación de la que allá también ya estaban alertados, como nosotros que todavía lo vemos a la distancia. Es necesario que si no hemos realizado acciones de prevención dentro de nuestros hogares, lo hagamos ahora en el marco de la lucha contra la Chikungunya.
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