-Tiene 15 años de edad, pero su cuerpo y mente son de una bebé de 8 meses
Apenas vimos a la pequeña Débora Tangoa Acuy pesamos que se trataba de una tierna bebita, que se nos acercaba engreída en los brazos de su madre para hacer una entrevista de apoyo social debido a la zona donde viven.
Sin embargo, su progenitora, Inés Acuy, nos aclaró que su hija tiene quince años de edad y que su mente y su cuerpo son como la de una criatura de ocho meses de nacida. Ella no camina y tampoco puede hablar.
Ambas llegaron a Iquitos hace diez años provenientes de la comunidad Atuncocha del río Napo. El padre de Débora las abandonó cuando recién nació y hasta ahora no se sabe nada de él.
Dice doña Inés que en su localidad, Débora recibió tratamiento médico, pero por falta de recursos económicos no pudo seguir siendo atendida. Hoy, las dos están solas en una precaria vivienda de la calle Universitaria, en el AH Glenda Freitas de Punchana.
Los profesionales le diagnosticaron acondroplasia, una malformación congénita que le impide desarrollar sus cartílagos. La acondroplasia es un trastorno genético que se presenta en 1 de cada 25.000 niños nacidos vivos. Se trata de un trastorno del crecimiento óseo.
«Es el tipo más frecuente de enanismo que existe, caracterizado por un acortamiento de los huesos largos y mantenimiento de la longitud de la columna vertebral», explicó el doctor Carlos Calampa del hospital Apoyo Iquitos.
El pasado 16 de agosto, Débora celebró su quinceañero junto a sus vecinos del asentamiento Glenda Freitas, quienes la quieren mucho y la cuidan como si fuera una integrante de sus familias.
La pequeña Débora y su madre esperan que la gente de buen corazón vaya a visitarlas con ayuda. Ellas necesitan ropa y alimentos, además de una buena atención médica especializada para descartar otras enfermedades como hidrocefalia y problemas en el corazón. (MC).