UNAP hará homenaje póstumo al padre Avencio Villarejo

-Hoy en el aula magna

La Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP) hará un homenaje póstumo al Padre Avencio Villarejo, ritual que se realizará luego de la llegada de sus cenizas a nuestra ciudad, como reconocimiento al gran trabajo que en vida realizó en la Amazonía, labor que además perdurará  en el tiempo y que servirá a las generaciones venideras. Sus cenizas llegarán a Iquitos al cumplir exactamente el centenario de su nacimiento.

El Padre Avencio Villarejo nació en Pumarejo de Tera (Zamora – España) el 20 de agosto del año 1910 y falleció el día 4 de marzo del año 2000, cuando estaba a punto de cumplir 90 años de edad. La muerte y sepelio en Santiago de Chile han hecho que, conforme a su deseo expreso, manifestado en sus «Memorias de un misionero», no se hayan trasladado a la selva en aquel tiempo.

Un grupo de personas representantes de la sociedad civil y comunidad científica ha querido, al cumplirse el centenario de su nacimiento, realizar el proceso de incineración de sus restos para poder trasladarlos al Amazonas que le acogió, y devolverlos a sus aguas, por donde navegó tantas veces.

El recorrido de sus cenizas fue aprobado por unanimidad en la sesión del día 12 de agosto del 2010, que se llevó a cabo en la Sala Jesús Víctor San Román de la Biblioteca Amazónica. En ella participaron además del padre Joaquín García, representantes de la UNAP, la PNP, la Marina de Guerra, el IIAP, la UCP, la Corte Superior de Justicia de Loreto, la Municipalidad Provincial de Maynas y el Colegio de Periodistas.

Su llegada al aeropuerto internacional Francisco Secada Vignetta está prevista para las 10:30 de la mañana. El homenaje que le hará nuestra primera casa de estudios será a la 1:00 de la tarde en el aula magna donde será recibido por el rector Antonio Pasquel Ruiz y demás autoridades universitarias.

El sábado sus restos serán trasladados en una embarcación de la Marina de Guerra del Perú, donde según el ritual de estilo en la misma arma, parte de las cenizas se arrojarán en la confluencia del Nanay con el Amazonas. Mientras suenan las salvas de ordenanza al ritmo de la banda, luego se arrojarán coronas de flores sobre el río. Luego la comitiva regresará a la Biblioteca Amazónica para dejarlo reposar en la sala Avencio Villarejo. (UNAP)