ROBOCOP y la fórmula ganadora en las campañas electorales en Loreto

– ROBO (de robot) No de robo ni de corrupción, y COP (de Policía en inglés)

Por lo tanto ROBOCOP, la última película dedicada al policía robot, no alude a denominar policías ladrones o corruptos, aunque mucho de ello el filme nos muestra como si fuese una ráfaga de verdad expuesta en el cine

ROBOCOP 2014 es una cinta que además de ser recién estrenada, y aludiendo a un sistema de prevención y eliminación de la delincuencia común y organizada gracias a la creación de un robot que combate el crimen, refriega en el rostro para quienes lo ven un parecido casi inminente de lo que sucede en la antítesis de una contienda electoral, por cuanto recomiendo a autoridades, candidatos, periodistas y personas allegadas a los que haceres electorales ver esta película, ir al cine, y volver a verla en la tranquilidad de sus hogares comprando o alquilando la cinta (que no sea pirata!)

Si bien es cierto ROBOCOP se luce como película en un entorno absolutamente moderno, en un país desarrollado, donde el sistema y la tecnología acaparan gran parte de la pantalla, el fondo moral, ético y en todo caso hasta pragmático deja el telón abierto a la polémica, aduciendo una ley debatida en el Congreso para permitir que máquinas controlen la justicia en las calles, deshumanizando aquello que por ejemplo, Alfredo Bullard (columnista abogado de EL Comercio) decía, la justicia como repartidora o sentenciadora de justicia no es ciega, por el contrario es tan viva y tiene los 5 sentidos bien puestos para decidir, pero que a luces de una inminente verdad, la justicia es más emocional que racional, tesis que renuncia a mostrarnos la película ROBOCOP en donde se desproporciona o se infringe en post del poder y el dinero cruzando esa delgada línea, de que, con los millones se pueden crear productos que sobrepongan minimizando el beneficio de millones para enriquecer a una cúpula, una empresa y la codicia de su dueño absoluto, en este caso de la ficción con la película «ROBOCOP»,  por tanto, como expresa el filme poner máquinas en las calles para proteger a los civiles es la razón más práctica para detener la delincuencia, deshumanizando los apostolados legales y policiacos de investigación, inteligencia y en muchos casos de socialización.

Por otra parte, los elementos críticos que muestra nuestra realidad loretana, en cuanto a esta campaña electoral, que ahora vivimos con la película ROBOCOP, guardando respetuosamente las diferencias son: Primero,  existe la ambición de llegar al poder y controlarlo todo; Segundo, existe la opinión pública como catalizador de lo bien o mal que hacen los que quieren aspirar al poder; Tercero, existe una campaña que se enmarca en desarrollar productos que la población ame (ROBOCOP en la película, los Candidatos en nuestra realidad), y Cuarto, y por ello el Cuarto Poder, la existencia de un canalizador, denominado PRENSA, que apunta a sus cuadrillas a enfilar lo que le gusta o no le gusta pasando por el desgarrador «lo que le conviene y lo que NO le conviene». En resumen, ambición, electores, propuesta y prensa, fórmula ganadora, que desarrollándolo con eficiencia arrasa toda estrategia de Marketing Político propuesto. Las consecuencias son impensables; sin embargo, para complementar sus propias conclusiones recomiendo que vayan a ver esta película al cine, y de paso además, se relajen de tanta tensión que para ti querido lector te agobia el trabajo o el estudio y para ti, estimada autoridad o candidato, genera el lograr administrar o llegar al poder.

*    Especialista en Marketing Director de GSM CONSULTORES www.gsmconsultorias.com
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