No se trata solo de afirmar la peruanidad e identidad de los connacionales en cada rincón del país, sino de proveerles de servicios básicos.
El Gobierno dará prioridad al ordenamiento territorial y a la presencia del Estado en las zonas más alejadas del país, como parte de la política de descentralización. Este énfasis es positivo, por cuanto aborda problemas que han sido largamente postergados o abordados indebidamente en los últimos años, y cuya resolución es fundamental para consolidar la gobernabilidad democrática y el crecimiento con inclusión e integración nacional.
Como hemos subrayado previamente, los proyectos de regiones superpuestas a los departamentos adolecen de serios vacíos y fallas, a la espera de un nuevo esfuerzo de fusión macro regional que potencie sus fortalezas y promueva el desarrollo.
Sin embargo, hay que apuntar a soluciones permanentes de mediano y largo plazo, por lo que deben forjarse consensos con los gobiernos regionales y locales para fijar políticas permanentes de descentralización, presencia estatal y desarrollo de fronteras, en una especie de hoja de ruta para este urgente propósito.