LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN LAS EMPRESAS PRIVADAS.

POR: JUAN SOREGUI VARGAS

Con justicia, gran cantidad de personas exigen al gobierno peruano invertir mayor cantidad de dinero en investigaciones científicas que contribuyan con el crecimiento económico y social con respeto al ambiente.

El presidente Obama, en su discurso de reelección ha subrayado que es necesaria mayor inversión en este aspecto de innovación, pero no solo del gobierno, sino de las empresas privadas. Ha pedido que estas grandes transnacionales de la salud, de la informática, de la agropecuaria, de la acuicultura, etc.  apoyen a su gobierno no solo produciendo bienes y servicios y comercializándolos, sino poniendo dinero en investigación.

Este pedido del presidente Obama, solo viene a recordarnos que durante muchos años diferentes empresas de los países desarrollados han invertido  cantidades de dinero en bienes, en formación de profesionales científicos, en identificar  investigaciones y de esta manera han  producido productos que sirven a la humanidad en diferentes  áreas, generando no solo bienestar a la población mundial, sino enormes ganancias con los conocimientos producidos y que al final se transforman en bienes que se comercializan.

En nuestro país y especialmente en la región amazónica, el presupuesto estatal para la investigación científica es exiguo, por lo que los investigadores tienen que hacer alianzas estratégicas distrayendo los recursos de gobiernos locales que deberían ser empleadas en otras cosas referentes a sus metas y objetivos.

Si el presupuesto en la parte gubernamental es exiguo, en la parte empresarial es aún más pequeño, incluso, en  nuestra región, existen empresarios que tienen miedo de invertir en paquetes tecnológicos ya validados en instituciones de investigación, como el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana, el SENATI, entre otros, llegando a proclamar un viejo dicho popular amazónico: chicle, cigarrillos y caramelos. Los empresarios deben comprender el mensaje del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica para poder crecer y no dedicarse solo a la compra y venta de bienes y servicios.

Muy pocos ejemplos podemos poner. Pero hay: La producción de alimento balanceado para peces con dietas comprobadas y harina de yuca y plátano,  por el consorcio Cornejo y algunos más, en fábricas bien establecidas y con investigadores; la producción de filtros de agua para los pueblos rurales de la empresa loretana Amazon bussines & Consulting y sus hermosas artesanías entre otras innovaciones, la reproducción de peces ornamentales por el señor Orlando Rengifo y otros acuaristas con el fin de disminuir el impacto sobre las poblaciones naturales de nuestros ecosistemas y, en estos últimos meses hemos podido comprobar la inversión del CENDIP en alianza con el programa AQUAREC  del IIAP para reproducción de cuatro peces ornamentales;  sexaje del paiche;  reproducción del paiche, gamitana, paco,  en cautividad; fabricación de alimento vivo, que incluso puede servir para alimento humano; y, las chacras integrales cuyos ejemplos modelos son la Galera, el fundo Angelo y principalmente el del Complejo Centenario de los agustinos.

Es posible que existan más ejemplos de empresas que están invirtiendo tímidamente en estas acciones de ciencia e innovación y estos deben servir para que otros arriesguen en lo que Obama considera la base fundamental para el crecimiento económico y social con respeto ambiental para su país, pero con buena y permanente energía eléctrica, excelente

infraestructura, jóvenes y viejos bien preparados para la innovación, entre otros factores. Solo así podemos crecer, con ciencia y tecnología  con rostro humano y ambiental  y ser más inclusivos.