Por: Patricia E. Donayre P.
Vivimos en una región, donde lo real maravilloso parece imponerse, no hay más que escuchar radios, leer algunos diarios y ver programas de televisión para comprobar que la oposición política o no existe o está debilitada por sus propias e intrínsecas ambiciones. Y es que en nuestra región todos queremos ser líderes, todos somos capaces de gobernar y no sabemos ser gobernados.
Ser gobernados no significa agachar la cabeza y responder afirmativamente a los designios de las autoridades. Ser gobernados no se restringe a dar un breve discurso en un local de campaña despotricando y gritando nuestras iras sin fundamento alguno. Ser gobernados, no es sinónimo de sumisión, ser gobernados significa mucho más, significa haber delegado el poder popular de tomar decisiones en nuestros representantes de manera temporal. Y como poderdantes estamos en todo el derecho de fiscalizar, de participar en las decisiones más importantes y de poner límites al accionar de nuestros apoderados (léase autoridad nacional, regional, local). En suma, ser gobernados significa ACTUAR.
Mea culpa señores ciudadanos, políticos todos, es hora de actuar, la palabra tiene un límite, el viento se la lleva. La acción perdura y da resultados. En la medida que asumamos nuestra misión como gobernados, podremos pensar en llegar a ser gobernantes. En la medida que se dejen atrás los egoísmos y falsos liderazgos, se logrará la victoria ansiada…Alguien se apunta?
De lo contrario, no habrá oposición auténtica, racionalmente equilibrada, capaz de enfrentar con resultados positivos una elección. Habrá alguien que les haga comprender que por encima del Yo está el Nosotros?
Divide y vencerás reza el dicho, y nada más, así están las cosas. Muchos candidatos, pocas cabezas. ¡La unión hace la fuerza! Se entiende?
Mientras tanto, prefiero seguir mis largas pláticas con Juanita, Sara, Margarita, Pedro, Segundo, amigos que del corazón del pueblo quieren hacer sentir una voz que no se escucha, y que dice Basta ya!