Hace algún tiempo se dio un dispositivo legal que prohibía la extracción en los bosques amazónicos del Perú, de la especie maderable conocida como caoba. La indiscriminada tala de tan valiosa especie, al parecer lo ha puesto al borde de la extinción, lo que obligó a procurar un dispositivo que proteja a tal especie, programando su extracción a límites aceptables.
Teniendo en cuenta la importancia y valor de dicha especie en el mercado internacional, sobre el resultado de diferentes estudios, realizados por el entonces el Instituto Nacional de Recursos Naturales (INRENA), se decidió reducir la cuta de extracción con el objetivo de proteger tal especie.
Según las manifestaciones del responsable de la extracción, la cuota de exportación se redujo de 23 mil metros cúbicos exportados en el 2006; a 16 mil para los siguientes años. «Con ello, dijo el INRENA, lograremos controlar y proteger una especie que tiene el calificativo de ser la mas valiosa del mundo y la que se da con mayor dimensión en nuestro país.
Si nos atenemos a las versiones periodísticas y oficiales de agricultura de años atrás, encontramos que el problema no es de ahora, existe desde hace muchas décadas, sino que nunca se le dio la importancia que merecía; pues siempre se avaló la creencia popular de que la selva se regenera por si sola y en breve plazo.
Ha sido necesario que la crisis se manifieste, para adoptar una medida que podría llegar a llamarse extemporánea, si el problema subsiste. Tengamos en cuenta que existen en todo el país, un total de 7 millones 813 mil 846 hectáreas de bosques, aquí es donde el control debe ser más drástico, más aún si tenemos en cuenta que últimamente se han dado ciertas adulteraciones que han motivado duros cuestionamientos a los concesionarios.
Hace algún tiempo se habló de la instalación de una escuela de guardaparques, que producirá profesionales cada seis meses. Estamos enterados que los primeros ya están laborando en la reserva de Lachay en el Cuzco.
Como referencia para respaldar nuestra preocupación por la supervivencia de la especie, radica en el hecho que nuestro potencial en caoba se encuentra en bosques naturales, mientras que la producción de Brasil y Chile, proviene de bosques cultivados, lo que ha hecho que en el 2006 el Perú haya exportado 195 millones de dólares, mientras que Brasil lo hizo por más de mil millones de dólares.
Sin duda la preocupación oficial por proteger la especie, hará que pronto se cuente con una reserva adecuada a nuestra realidad maderable.