¿Quién fiscaliza a las encuestadoras?

Conforme avanzan  los tiempos, el sistema de  consultas llamadas encuestas viene ocupando un  amplio espacio en la masa ciudadana votante y también en algunos  estratos juveniles,  ávidos de ir madurando políticamente mientras llega su turno para irrumpir en un escenario donde avezados políticos han hecho de tal ciencia propiedad privada.

Indudablemente las encuestas constituyen una suerte de ayuda para que el elector dirima su voto, sin embargo, no se podría decir que es una fuente confiable dado a que curiosamente hasta ahora  dicho sistema no ha dado pie en bola en sus acertijos electorales presidenciales; o sino recordemos las elecciones de 1990, cuando el ahora premio Nobel y nuevo Marqués de España Mario Vargas Llosa, barría en las encuestas que preconizaban un triunfo aplastante del afamado escritor.

Sin duda fue una cruzada donde el factor económico jugó un papel casi insultante, dado el derroche que se dio de parte de  los grandes empresarios que anhelaban una curul; pero lo cierto es que  las encuestadoras que “hinchaban” por Vargas Llosa con porcentajes que superaban el 70%; “patearon quiruma” como se dice  regionalmente , cuando algo sale  mal y vaya  que salió mal; pues Vargas Llosa perdió en segunda vuelta  frente a un oscuro profesor universitario que durante la campaña nunca apareció en las encuestas ocupando algún lugar expectante.

Luego vino el proceso electoral del 2000, donde la figura rutilante de las encuestas fue Lourdes Flores, sin embargo  a la hora de la verdad fue el “cholo sagrado” Alejandro Toledo quien se alzó con el triunfo, dejando en mal pie a las encuestadoras que ubicaban como ganadora de la contienda electoral a Lourdes Flores Nano.

Son  precisamente dichos traspiés los que permiten observar con cierto escepticismo los resultados de las consultas que manejan las entidades dedicadas a dicha labor, pudiendo decirse que una  entidad electoral viene fiscalizando a tales empresas, pues se tiene información que seis de ellas presentan inconsistencias y vienen siendo examinadas para determinar la veracidad de sus resultados. La entidad fiscalizadora en este caso es el Jurado Electoral Especial Lima Centro.

Dicho jurado informó haber detectado errores de procedimiento, respecto a no haber incluido en los sondeos  la tasa de respuesta al momentote ejecutar el trabajo de campo. A tal  error se añade otra inconsistencia como es los errores en el procesamiento estadístico de la información capturada. Las empresas sometidas a tal fiscalización  son: IMA-Estudios de Mercado.Datum, CPI, Idice, Ipsos Apoyo y Sondeo Popular.

Como se puede apreciar, existen motivos quizás muy precarios para desconfiar de las encuestas, pero la ciudadanía espera que esta vez procuren acertar para poder decir que existen entidades serias y profesionales que pueden merecer la confianza ciudadana.