Por: Elma Vergara Cabrera
Existen un par de versiones sobre los orígenes del «Día Internacional de la Mujer» que no se han podido validar del todo, por lo que, considero más preciso decir que en realidad, está cruzada por situaciones y hechos que muestran un escenario complejo y rico en acontecimientos diversos, marcados por la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la lucha por el sufragio femenino, las pugnas entre socialistas y sufragistas, y el creciente auge del sindicalismo femenino durante las primeras décadas del siglo XX en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.
Pero hablar de historia, significa referirnos a la «Narración y exposición de los acontecimientos pasados y dignos de memoria…»1, por eso en estas líneas, no ahondaré en ello, sino en la mujer de hoy, aquella que sueña, que lucha, que ama, que cree en sí misma, que es capaz de sobreponerse a la adversidad y seguir, de aquella que triunfa día a día desde el lugar donde se encuentra, aquella que se respeta y se hace respetar, aquella que es mujer/trabajadora, mujer/profesional, mujer/madre, mujer/esposa, mujer/amiga o todas o algunas de estas combinaciones juntas.
Muchos lectores estarán pensando, que las características antes descritas, no corresponden del todo a la verdad o que lo dicho no «calza» con exactitud, permítanme decirles que, soy consciente que el solo hecho que se celebre un día especialmente dedicado a la mujer, significa que ella, en términos generales, continúa siendo discriminada y oprimida de diversas formas, a pesar de lo mucho que se ha avanzado en la promulgación de leyes a favor de la igualdad y de los cambios positivos de conducta social e individual ¿pero saben? estoy cansada de escuchar únicamente de violencia, marginación y abusos diarios contra la mujer, y como hoy también es mi día, me voy a dar «la libertad» de reivindicar y resaltar lo mejor de mi género.
Se dice que, por la propia discriminación cimentada en la sociedad somos fuertes; se dice que, por la educación «machista» aprendida en la escuela, la casa y la sociedad, somos tolerantes; se dice que, por la inequidad vivida y el desafío diario al que nos enfrentamos, somos persistentes; se dice que por las «limitaciones» impuestas y vividas, somos complacientes; pero eso no se ajusta del todo a la verdad, somos así por nuestra propia naturaleza, por el simple hecho de ser mujeres, porque entendemos el mundo de una forma distinta, y es en ese entender que, con la lucha de nuestro género en épocas anteriores y con nuestra lucha diaria, hemos cambiado el «sistema» y lo seguimos haciendo.
Muchos aún sostienen y se escudan diciendo que en la Biblia, en el Génesis hay una frase que nos dice que la primera mujer, Eva, salió de la costilla del primer hombre, Adán y que pariría a sus hijos con dolor como castigo por haberle dado de comer el fruto prohibido, afirmando ante ello que, debido a que salió de la costilla del hombre, la mujer, ocupa un lugar inferior; pero bien se puede replicar ante ello que «la mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazón para ser amada y respetada».
Finalmente, necesito elevar mi voz de optimismo, mi voz de aliento, mi voz de esperanza y mi reconocimiento a cada una de mis pares en cuanto a género se refiere, sin distinción de raza, religión, credo político o condición social, y animarlas a seguir soñando, a seguir luchando, a seguir creyendo, a seguir viviendo; sin dejar de lado nuestra esencia, esa que nos ha permitido mantenernos en pie a lo largo de la historia, a lo largo de nuestra vida, a lo largo de nuestra existencia; celebremos entonces hoy y siempre, este maravilloso regalo de llamarnos simplemente MUJERES.
QUIERO FELICITAR A TODAS LA MUJERES DE LORETO, DEL PERU Y DEL MUNDO, RECONOCIENDOLAS COMO UN ICONO EN NUESTRA SOCIEDAD, FELIZ DIA DE LA MUJER.
feliz dia a todas las mujeres de esta región, y recordarles que debemoss reflxionar en cuando a dejar de humillarnos y discrimarnos entre mujeres, pues aun se ve que tenemos pensamientos machistas, juzgamos con ligereza y facilidad a nuestros pares, tratamos de justificar las acciones violentas de los hombres buscan excusas entre las mujeres, es tiempo de cambiar esta forma de pensar, si queremos juzgar seamos imparciales y asi criaremos a nuestros hijos con valores de respeto e igualdad.