Más vale prevenir que lamentar. Ayer la policía de Trata de Personas de Iquitos impidió que dos menores de edad de 16 y 12 años viajen solas a Lima a pesar de contar con el permiso notarial de los padres de familia, debido a que ambas iban para trabajar y la ley no lo permite, además, el caso quedó en investigación para descartar cualquier ilícito que podría perjudicar la integridad de las jovencitas.
«Siendo aproximadamente las 9 de la noche, el personal de Trata recibió una llamada de los efectivos de la comisaría del aeropuerto al detectar que dos menores de edad, de 12 y 16 años, pretendía viajar con destino a la ciudad de Lima con fines de trabajar como empleadas domésticas.
En Lima aparentemente iban a ser recogidas en Lima por la señora que las estaba contratando y al presumirse un posible caso de trata de personas, es que nos desplazamos hasta el aeropuerto y confirmamos la versión, incluso las menores estaban acompañadas de sus padres a quienes se les tuvo que explicar que la ley prohíbe que menores de 12 años se dediquen a trabajar de cualquier manera.
La de 16 años si podría trabajar pero máximo 4 horas y en este caso no creo que vaya a Lima a laborar solo esas horas, aunque argumenta que ya estuvo en Lima, pero en ese caso se ha detectado su presencia en el aeropuerto y se le impidió el traslado. El caso ya se puso en conocimiento de la fiscalía de Trata para su conocimiento.
Nosotros vamos a iniciar una investigación por el presunto delito de Trata de Personas con fines de explotación laboral, en donde se le citará a la persona que las estaba esperando en Lima por cuanto una de las menores ya dijo que ha estado trabajando con ella sin las formalidades de ley», indicó el brigadier PNP Ismael Vásquez, jefe del Departamento de Trata de Personas de la Divincri.
Agregó que cuando hay una investigación de este tipo ya hasta hay dudas porque no se conoce a la persona mayor y hasta podría darse el caso de explotación sexual.
«Acá lo que se trata es de proteger la situación de las menores, de que no caigan en una situación de explotación laboral o sexual, según sea el caso», expresó Vásquez Colchado. (GL)