Volviendo a nacer

Alguna gente dice haber sentido que el tiempo se detiene, que los años disminuyen y que las esperanzas vuelven a nacer. De ser negativa nuestra respuesta, este es el momento justo para contagiarnos de esa actitud que nos ayudará a recobrar fuerzas frente a esta pandemia del Covid-19 que por ratos nos quiere noquear.
Como cuando en el mundo hace más de 2,000 años y tras la resurrección de Jesús, el hijo de Dios en la tierra que recordamos en esta Semana Santa, nos renovó la esperanza de una vida más justa, solidaria, equitativa, cultivando valores que nos hagan la vida más plena.
El mensaje que este virus con toda la calamidad que trae, inspira para recordar las cosas positivas vividas en la niñez, adolescencia o juventud. A lo que se tiene que agregar la naturaleza tan agredida por un mundo “moderno” que más nos trajo desilusiones que alegrías y aciertos.
Así un nuevo orden mundial se va abriendo paso a paso sobre enfermos y sobre la muerte, que todos justos y solidariamente debemos empezar a fortalecer. Los especialistas señalan tiempos no exactos, pero puede ser en 2 a 3 meses más que hacer que el coronavirus vaya disminuyendo su poder de contagio.
Para entonces los que sobrevivimos a esta historia le podremos experimentar el antes y el después, similar a lo sucedido hace unos 100 años con la gripe española que mató a millones de personas, y después de ello la recuperación en los diversos aspectos del Estado, era cuestión de replantearlos.
En esta oportunidad en el marco del coronavirus se está teniendo claro que después de la cuarentena, no va suceder que todo el mundo va salir de su casa a realizar sus labores normales o lo como era normal antes de que nos ataque el coronavirus. Seguirán las restricciones el paso a una sociedad productiva será paulatino, paso a paso. A tenerlo en cuenta y apoyar como deber ciudadano, con las acciones que se programarán.