Vidas salvables

Pudieron haberse salvado, pero no contaban con los implementos básicos de seguridad. Nos referimos al último accidente fluvial en las aguas del río Itaya, en la ribera del puerto Pesquero, según testigos porque la lancha Gran Loretana encendió a full sus motores ocasionando que el bote “peque peque”, perdiera estabilidad y se hubiera.
Justo unos días atrás recordábamos como a lo largo de más de tres décadas, en el marco de nuestras actividades periodísticas informamos situaciones parecidas, muertes que sorprendieron y que dejaron mucho dolor. Seguimos insistiendo, son vidas que pudieron salvarse.
Y es que para empezar, el respeto a las normas del transporte fluvial no se da. Pocos o casi nadie lo cumple. Solo una muestra de que sí cumplen lo vimos en la nave ferry Amazonas I, cuando al salir del Amazonas e ingresar al río Itaya, bajo casi a nada su velocidad y la agitación del sistema que le impulsa en el agua.
Era lo correcto al ingresar a una zona donde navegan frágiles embarcaciones desde canoas, botes “peque peques” y hasta balsas. Es por esas consideraciones que el transporte fluvial regula, es que el tránsito fluvial debe cumplirse para evitar más tragedias. Los deslizadores también que zarpan desde la rivera de Iquitos deben hacerlo sin ocasionar mayor oleaje, que no será mucho en comparación de un mar, pero la realidad de los ríos es distinta por las embarcaciones artesanales que circulan.
Y como ya es de conocimiento público, estas pequeñas embarcaciones también tienen que esforzarse en contar con los mínimos equipos de seguridad, como salvavidas y extintores. Hace unos días nomás que en Capitanía de Puerto nos dieron la información que se exigirá a los “peque peques a registrarse que es el camino a la formalización y la inspección de seguridad que también debe darse a estas embarcaciones tipo “llevo llevo”.
La madre y sus pequeños hijos pudieron haberse salvado si tan solo hubieran estado con chalecos salvavidas. Es doloroso todo lo que ocurre por la insensibilidad para auto-exigirnos seguridad y para que las autoridades respectivas hagan cumplir los reglamentos fluviales, en este caso. Esperamos no se vuelva a repetir y que se aplique la normativa sancionadora a los que resulten responsables y así vamos dejando precedentes.