VACAS O PESCADO

Por: José Álvarez Alonso

 

Parece una historia de esas de Macondo, pero no, ocurrió aquí cerquita, en el Distrito de Mazán. La cuenca del Mazán ha sido famosa por la abundancia de peces, tanto que en los años 70 y 80 fue reserva pesquera administrada por la Dirección Regional de Pesquería. Pero en los últimos años pescadores comerciales provenientes de Iquitos e Indiana han acabado con esa riqueza, a base del uso de tóxicos y enormes redes honderas de malla menuda. Las comunidades del Mazán no tenían botes, motores y combustible para vigilar su territorio, y en el 2008 consiguieron que se aprobase -en el marco del presupuesto participativo del Municipio de Mazán- un proyecto «para apoyar el cuidado y el manejo de sus cochas». Según me cuenta Don Abraham Guevara, conocido dirigente de esta cuenca, eran apenas 30,000 soles los aprobados, pero hubiesen sido de gran ayuda para las comunidades, y hubiesen tenido enorme impacto en la mejora de la gestión de sus recursos y en su calidad de vida. Pues no, el ignaro del alcalde ignoró este acuerdo, y con esa plata compró vacas. Como me explica don Abraham, el distrito de Mazán cuenta ahora con unas 420 vacas, «pero nadie ha visto ni un litro de leche, esos pobres animales no tienen ni para sus crías».

 

«Qué falta de visión de ese alcalde», se queja Don Abraham. «Apoyar el manejo de recursos hidrobiológicos es apoyar la alimentación del pueblo. Nuestras cochas son lagos ya hechos, ni siquiera hay que construir como una piscigranja, ni dar de comer al pescado, nada más hay que cuidarlos. Las familias van a pescar a la cocha, y ahí mismo ya están comiendo su chilcano o su asado, los niños no pasan hambre. A ver, que vayan al canto de un pasto a ver si comen una vaca», se ríe. Sabio Don Abraham, si le escuchase un poco el alcalde las cosas irían mucho mejor en este distrito.

 

Ciertamente, la población rural no suele gustar de la carne de vaca («no sabemos comer res», saben decir) ni tampoco pueden matar una vaca para desayunar. Y la mayor parte de la gente indígena mayor de 2 ó 3 años tiene intolerancia a la lactosa, por lo que tampoco la leche, en el supuesto negado de que la produjesen, ayudaría a disminuir la desnutrición. El mito de la ganadería como sinónimo de desarrollo ha hecho enorme daño a la Amazonía. La mayor parte de los suelos de altura son muy pobres y ácidos, no aptos para pastos, y a los pocos años el suelo se compacta con las pezuñas de los animales y el pasto produce aún menos, de modo que se requieren de dos a cuatro hectáreas para mantener una vaca flaca. Antonio Brack, Ministro del Ambiente, suele citar la tremenda barbaridad que significa cambiar media vaca por una hectárea de bosque con 1000 toneladas de biomasa.

 

A pesar de eso, a pesar de que en Loreto, como dicen mis amigos agrónomos, «las vacas no dan leche, dan pena», varios municipios y proyectos se dedican a impulsar desenfrenadamente la cría de vacunos en suelos no aptos para la ganadería. Además del Distrito del Mazán, Don Abraham citó el caso del Distrito de Torres Causana. Ambos han elaborado expedientes técnicos en el marco del Sistema de Inversión Pública – SNIP para proyectos de cría de ganado, con el supuesto objeto de «combatir la desnutrición, el hambre y la extrema pobreza». Sacra ignorancia. Gracias a ella y a varios malos proyectos, también el distrito más pobre de Loreto, Balsapuerto, logró impulsar la desnutrición entre los indígenas Shawi: donde antes tenían bosques llenos de animales, de árboles frutales y maderables, y quebradas llenas de peces, hoy tienen pastizales empobrecidos y vacas flacas.

 

Volvamos al Mazán: mientras se traía vacas sobrevaluadas, los pescadores comerciales seguían destrozando cochas y quebradas. La paciencia de las comunidades llegó a su límite el pasado enero, cuando unos delincuentes que se dicen pescadores envenenaron la mayoría de las mejores cochas y dejaron una gigantesca «pudrición» de peces en el río, tanto que la gente comenzó incluso a tener problemas estomacales debido al consumo de agua envenenada con el peligroso insecticida Thiodan. Durante 25 días los pobladores cortaron el acceso al río con un cable y no permitieron el ingreso de ningún bote, ni siquiera de los madereros que realizan sus propias fechorías en el bosque talando madera ilegalmente. Al menos 30 botes congeladores fueron impedidos de entrar a hacer sus destrozos al Mazán. Según me informaron, la policía no se dio por aludida y ni siquiera investigó las pruebas del delito, los frascos de Thiodan que los comuneros les habían entregado (estos actos constituyen hoy un delito grave según el Código Penal). Según Don Abraham, un tal Javier Tuisima, de Indiana, es el peor envenenador de cochas, «hasta en el río ha hecho una gran pudrición, es un enemigo público», dice furioso, pues a ninguna autoridad parece importarle.

 

A raíz del corte del río se realizó una asamblea en Mazán en la que participó Produce, para buscar solución a la problemática pesquera. Se elaboró un convenio entre esta institución y el Municipio de Mazán, para colaborar en la protección y manejo de los recursos pesqueros de la cuenca, pero este convenio duerme el sueño de las vacas en las oficinas del alcalde desde hace tres meses.

 

Para Don Abraham las razones por las que la Municipalidad ha preferido comprar vacas en vez de manejar peces no sólo son muestra de ignorancia supina y falta de visión: en el fondo son razones económicas, porque «vaquillonas» cuyo valor en el mercado es de 400-50 soles son adquiridas a 2000 – 3,500 soles… «Apoyar el manejo de los recursos hidrobiológicos sería apoyar el alimento del pueblo, pero eso no le importa al alcalde: no hay comisión», sentencia.

 

Está llegando la vaciante, y las comunidades del Mazán temen con razón que se produzca otra vez el saqueo indiscriminado del verano pasado. En esa cuenca, además, operan ilegalmente varias dragas que están contaminando el río con mercurio, aparentemente con visto bueno de malas autoridades. Hemos recibido testimonios que en la cuenca del Curaray la situación es similar, las cochas son saqueadas impunemente por pescadores comerciales, con frecuencia usando Thiodan. Mientras tanto, nos dicen que una compañía petrolera que opera en la zona impulsa la cría de cuyes andinos, cuando bien podría en convenio con Produce apoyar a las comunidades a cuidar y manejar sus cochas… Definitivamente, esto parece Macondo.

2 comentarios en “VACAS O PESCADO

  1. LA ZONA RESERVADA DEL MAZAN FUE CREADA POR SU RIQUEZA MADERERA. LO DEL RECURSO PESQUERO FUE ALGO COLATERAL. LA ZONA DEL MAZAN Y TODA DEL NAPO HASTA PANTOJA SIEMPRE TUVIERON CRIANZAS DE RESES. UN EJEMPLO ES EL DE MONTERRICO HOY ANGOTEROS, DESDE ALLA SE TRAE LECHE AL MAZAN A VENDER. VARIOS DE NOSOTROS COMPRAMOS QUESO PREPARADO EN FORMA ARTESANAL EN ALGUNOS DE ESTOS PUEBLOS. INCLUSO CUANDO ESTUVO JEAN MARC MERCIER UN VERDADERO MISIONERO SE CRIABAN RESES EN TODA ESA ZONA. EL AUTOR DE ESTA NOTA DEBERIA INVESTIGAR MAS FUENTES. EL HOMBRE DE LAS ZONAS RURALES DE LA AMAZONIA, EN ESTE CASO DEL MAZAN ES UN SER QUE PRACTICA TODO. AGRICULTURA, PESQUERIA, FORESTAL, AVICULTURA. POR ESO ES NECESARIO INTEGRAR TODAS LAS ACTIVIDADES EN UN PROCESO, INSISTO INTEGRAL. ES NECESARIO DESARROLLAR LA PISCICULTURA EN ESTANQUES EN ESA ZONA, LAS NECESIDADES DE LOS CHACAREROS YA NO ES SOLAMENTE COMER, BEBER, ABRIGARSE Y REPRODUCIRSE, ESO ES CALIFICARLES COMO ANIMALES COMUNES Y CORRIENTES. HOY ESE HOMBRE (VARON Y MUJER) TIENE OTRAS NECESIDADES ESTABLECIDAS POR EL ACTUAL SISTEMA DE CONSUMO, COMO LA TIENE EL AUTOR DE LA NOTA, COMO LA TENGO YO, Y LA TENEMOS TODOS. NO SOLO ES COMER SU TIMBUCHE Y ASADO, NO, EL TAMBIEN NECESITA SATISFACER LAS NECESIDADES QUE LE IMPONEN ESTE MODELO ECONOMICO MODERNO. ASI DE SIMPLE. AHORA CON RESPECTO A ESO DE CRIAR CUYES ESO TIENEN QUE CONSULTARLO CON LA GENTE Y PIENSO QUE LO HAN CONSULTADO, PERO PUIEDEN HACERLO CON OTROS ANIMALES DE LA ZONA. INVESTIGUEN MAS ANTES DE ESCRIBIR. BUSQUEN MAS FUENTES DE INFORMACION.
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  2. SE PUEDEN PRACTICAR LAS DOS COSAS. NO PUEDEN SER EXCLUYENTES. Y SE PUEDEN PRACTICAR HASTA TRES O MAS COSAS. NO HAY PROBLEMA.

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