“Unidos por el voley” realizaron chocolatada en el caserío La Leva

Llevaron sonrisas y alegría a niños de escasos recursos económicos
En esta época de Navidad, familias, organizaciones, empresas, medios de comunicación, entre otros, buscan la manera de llevar alegría a niños de escasos recursos económicos, ya sea de comunidades o asentamientos humanos.
Dentro de este contexto, un grupo de personas, entre jóvenes y adultos que practican el deporte de la neta alta, se organizaron y realizaron una parrillada. Cada uno se comprometió a vender sus respectivos tickets para darle más ingresos económicos a este evento y tratar de obtener en ganancia todo lo que sea posible.
Una vez culminada esta única actividad, procedieron a la compra de golosinas, gaseosas, panetones, chocolates y juguetes.
Un grupo se dedicó a organizar la antesala, de lo que sería la chocolatada en el caserío La Leva, en el distrito de Belén. El día tan esperado por el grupo “Unidos por el voley”, llegaría el domingo último. Todos se dirigieron hasta el puerto de Santa Rosa, a orillas del río Itaya. Cada uno con las cosas se utilizarían en esta actividad, se subieron a los respectivos botes peque peque para cruzar el río y llegar hasta la zona en donde nos esperaban ansiosos los padres juntamente con sus hijos.
Una vez en el caserío La Leva, los organizadores iniciaron la chocolatada con actividades lúdicas, bailes y y sobre todo con la participación amena de los pobladores de este sector quiénes eran animado al ritmo de la música, que estuvo a cargo del famoso “DJ Kumpa”.


Sin lugar a dudas, lo mejor llegaría minutos después, la presentación del payasito “charapita” traería alegría y risas en cada uno de los participantes, tras las ocurrencias del conocido “Payaregidor”, qué hacía durante su presentación. Nos faltó el hombre araña, que fue caracterizado por uno de los integrantes de este grupo de voley. Tras finalizar la presentación de “charapita”, que se metió el público al bolsillo, procedieron a la entrega de chocolates y panetones y de los respectivos regalos para niños y niñas del lugar.


Por lo menos 80 niños fueron beneficiados. Ver la sonrisa de cada uno de ellos no tenía precio. Este año, la pandemia atacó a todos y los que más sufrieron con esta enfermedad fueron las familias que viven en las comunidades y los caseríos, muchas veces olvidados por sus autoridades, olvidadas por el gobierno, olvidados por nosotros mismos.
Esta muestra de desprendimiento, se hizo sin recibir nada a cambio. Los organizadores regresaron cansados pero contentos por haber cumplido con el objetivo trazado. Desde este medio, felicitamos al grupo “Unidos por el voley”, por demostrar que la unión hace la fuerza, por dar su tiempo para estar con estos pequeños. Que este año sea un año de reflexión y que el próximo año que venga sea un año de bendición.(C. Ampuero)