Tercera estación

En el balancear del transcurrir de los años así como nadie nos ha enseñado a ser padres y madres, lo aprendimos junto a la experiencia de vida; también nos encontramos con otra realidad de la tercera estación donde también en el transcurrir de los años de esta última etapa de la existencia aprendemos a sobrellevarla.
Esta semana con gran satisfacción hemos constatado que varias municipalidades distritales y provinciales han creado sus oficinas específicas para atender a las personas de la tercera edad, llámese a quienes ya entraron a la ancianidad y que requieren de atenciones muy particulares para tener calidad de vida.
Se dice que se ubican dentro de las poblaciones vulnerables porque las condiciones físicas y emocionales, les limita en un alto porcentaje valerse por sí mismos, y porque la sociedad de consumo los ha calificado como improductivos y arrinconado a su suerte hasta el parpadeo final de vitalidad.
Es por ello muy importante y más aún, humanamente valiosísimo que seamos agradecidos con quienes nos antecedieron en las responsabilidades familiares, comunitarias y de la sociedad en general. Con errores y aciertos, pero estuvieron allí y tienen el derecho de brindárseles las condiciones de vivir bien este último tramo de la vida que representa la ancianidad.
Las entidades municipales se han puesto las pilas y eso vale resaltar, solo que responde a una presión para que cumplida la meta de atención, recibir incentivos económicos que les permitirá invertir en obras de gestión. Bueno, de alguna forma tendrían que haberse dado, no? Y eso que dentro de sus funciones está la atención a los vecinos en general (niños, jóvenes, adultos y ancianos).
Esto se está dando y eso es importante, sin embargo queremos resaltar que sin necesidad de incentivos ni otras presiones hace unos 15 años en el Hospital Regional de Loreto, se formó el Centro del Adulto Mayor dirigido a las personas de la tercera edad que no tenían seguro social y que con su carnet del HRL se integraban y recibieron desde entonces diversas atenciones médicas con geriatra, enfermeras, psicólogos y se capacitaban en talleres para alguna actividad productiva.
Con mínimo presupuesto se hizo el esfuerzo cuando estaba de director el Dr. Francisco Bardales Tuesta, y continúa el programa de la tercera edad hasta la fecha. Con estas variadas opciones los adultos mayores pueden inscribirse en la Asociación más cercana a su domicilio, sea en San Juan, Iquitos, Punchana, incluso Indiana, Nauta, Yurimaguas. Y se esperan que en todos las provincias y distritos rurales se cumpla con la atención a la ancianidad. Es un derecho.