Tareas reflexivas

La visita al país del papa Francisco, nos ha llevado a muchas reflexiones a partir de lo que él ha ido diciendo en sus mensajes dirigidos a los fieles y ciudadanía en general, dejando un compromiso grande al afirmar que la santidad puede tener sotana o no. Simplemente todos debemos apuntar a ello.
En definitiva la visita del Sumo Pontífice va a tener fuertes repercusiones tras su partida. Nos ha dejado sin decirlo muchos temas como tarea para seguir reflexionando. Y nos parece que su mensaje más profundo es mostrarnos que es tan humano como cualquiera de nosotros, con aciertos y desaciertos.
Algo que puede resultar anecdótico, pintoresco, chistoso, hasta ofensivo, es lo dicho a las monjas en relación a los “chismes”, primero porque el chisme no tiene género y segundo porque lo comparó con el terrorismo, será el estallido de la lengua. Y bueno, pasó por nuestra mente el tema de cierto machismo que la Iglesia sostiene, tan solo si nos fijamos que las monjas no pueden llegar a asumir tan altísima autoridad eclesial. En fin, un replanteamiento en muchos aspectos, también podría oxigenar al clero.
El papa Francisco también ha invocado la articulación entre la experiencia y la inexperiencia. Entre los adultos mayores y la juventud, que mientras los mayores ya recorrieron un camino, los segundos pueden seguirla con rapidez, pero con la orientación o escuchando a quienes pueden darles mejores luces del camino a seguir, justamente por la sabiduría que da la experiencia.
Y con cierto asombro e ironía se ha referido a la situación de los ex presidentes del país que al término de su mandato han ido a parar a la cárcel y los mencionó. El tema de la corrupción también ha estado en el listado de temas de su mensaje, así como que no debemos permitir que nos roben la esperanza, fijando sus menciones hacia la juventud.
¿Qué le pasa al Perú? Se ha preguntado el papa Francisco cuando habló de los presidentes con problemas graves con la justicia. Y esa pregunta se grabó en nuestra mente, si pues, qué nos pasa. De hecho que nos hemos alejado de la vida cristiana con el mensaje de Jesús. Y su representante en la tierra nos plantea cambios en cada uno de nosotros, que hagamos viva nuestra fe, que así vistamos o no sotana, apuntemos a una vida hacia la santidad. Ello como base para un profundo cambio social.
La iglesia cuestiona y nosotros también cuestionamos. Cuántos somos humildes en nuestros actos, cuántos hacemos nuestro el dolor ajeno y actuamos, cuántos cumplimos con los Mandamientos de la Ley de Dios.
¿Qué le pasa al Perú?… qué nos pasa a todos? Esta visita del papa Francisco, como dijimos anteriormente, debería marcar un antes y un después. Solo su esfuerzo tendrá sentido, si desde ya, nos planteamos ser mejores personas, seamos católicos cristianos o no, porque una reserva que nos queda es estar hermanados en la espiritualidad del bien que pregonó Jesús, trabajando en equipo y disfrutando en conjunto de los resultados.