Suspenso por SERVIR

Una vez más buen número de trabajadores estatales se volcaron a las diversas calles de Iquitos para expresar su desacuerdo con el proyecto de Ley del Servicio Civil, que hasta cerca de las 12 de la noche de ayer todavía no se sometía a voto en el Congreso de la República.

Miles en todo el país estaban pendientes de la histórica votación, que por un lado tiene como detractores a una inmensa mayoría, a decir de los protestantes en las calles de las regiones del país. Iquitos, como sabemos, no fue ajeno a ello y ayer como forma de protesta presentaron a un hombre en una cruz representando una muerte anunciada, de aprobarse la Ley.

La protesta se ha mantenido en los niveles de pacífica porque los manifestantes se limitaron a cerrar calles, emitir con alta voz los motivos de estar contra el proyecto Servir que, valgan verdades, tiene a casi todos los estatales en jaque.

Es que el Gobierno no se ha preocupado en diseñar una estrategia de difusión de las bondades, oportunidades y por supuesto riesgos de una propuesta que intenta modernizar y hacer más eficiente el sistema burocrático que impera en el país. Pero cuando se habla a media voz, las consecuencias son como las que vimos ayer nuevamente en las calles. Hoy, no será un día más. Aprobado o no el proyecto Servir, queda mucho para consensuar.