Somos los maestros

Este es un tema que por su música y su letra llega a los corazones de profesores, alumnos y de todos, que somos una gran mayoría, que tuvimos la oportunidad de estar en un aula sea urbano o rural, puesto que recordar a nuestro profesor o profesora, es mencionar a alguien con quien compartimos gran cantidad de horas de nuestra vida.

Estamos refiriéndonos a una condición normal, a la del docente que con decencia y sabiduría, de forma legal se desempeña en el aula de una escuela. Aquí no caben quienes comenten ilícitos graves en contra de la integridad física y psicológica de sus pupilos. Esto es imperdonable.

Somos los maestros del Perú, dice el estribillo de la canción de luchas reivindicativas del gremio magisterial-SUTEP, que hoy celebran el DÍA DEL MAESTRO y nosotros nos queremos unir a ese saludo afectuoso y sobre todo de reconocimiento por el trabajo instructivo y la responsabilidad formativa que tienen sobre nuestros hijos e hijas.

Hoy celebran, pero en los próximos días emprenderán una de las tantas luchas por mejoras salariales, en capacitaciones y en condiciones de enseñanza de calidad para ellos y para quienes tienen en sus aulas que son los escolares del presente y los ciudadanos del futuro no muy lejano.

Cuántas palabras de agradecimiento podríamos verter en este día, por sus horas de enseñanza mal reconocidas económicamente, por su dedicación, por el amor a su trabajo, por esa especia de apostolado cuando de trabajar en el área rural e indígena se trata. Y ni qué decir de la línea de frontera donde las condiciones son heroicas.

Vaya nuestro reconocimiento a los miles de docentes que pese a no tener el presupuesto para mejorar su metodología de trabajo, para actualizar sus conocimientos pedagógicos que también evolucionan en el tiempo, se esforzaron para seguir superándose. Actualmente existen mayores posibilidades, aun así, todavía poco accesible para la mayoría.

Desde quienes se dedican a la educación temprana, pasando por el jardín, la primaria y finalmente la secundaria para terminar la fase de la educación básica regular, todos son dignos de reconocimientos como los que destacan por ser emprendedores pedagógicos, hay una frase que nos hermana y nos muestra agradecidos: Gracias por ser maestro de vocación. Y siempre estaremos acompañando sus reclamos, hasta que la justicia educativa brille en el país como en otras naciones desarrolladas del mundo.