Sobrevivir en salud

En definitiva que la atención de la salud de las personas está venida a mucho menos en ciertos establecimientos del Estado, para no generalizar, porque tenemos la esperanza que existen profesionales y técnicos de la salud que trabajan cumpliendo su contrato y haciendo honor a su vocación.
Una experiencia de horas en el servicio de Emergencia del Hospital Regional de Loreto fue suficiente para corroborar varios aspectos y sobre todo lo que señaló la Dra. Mercy Panduro, presidenta del Cuerpo Médico del mencionado hospital.
La profesional en medicina señaló que el Hospital Regional de Loreto necesita especialistas y sub especialistas, y que se ha generado un desequilibrio, afirmando que han entrado más administrativos que asistenciales (en salud).
Y tiene toda la razón, partiendo de la falta de médicos. El lunes por la noche se pudo ver cómo el médico de emergencia dormía en una camilla, mientras que el interno de medicina atendía a los pacientes con falta de calidez.
Claro, eso de la calidez en los establecimientos públicos es una actitud en extinción, aunque el mismo personal médico en las clínicas privadas de la ciudad, actúan amables con los pacientes. ¿Qué será eso? Terrible y triste, se antepone don dinero. Mientras que en el hospital se paga 12 soles por consulta en los privados cuesta unos 70 soles.
La presidenta del Cuerpo Médico del HRL se ha quejado que los médicos trabajan el triple y no son reconocidos, queremos pensar que el médico que dormía en emergencia estaba muy cansado; de ser así, es humano, pero el técnico en Enfermería de Tópico a modo de reclamo le dijo cuando ya se levantó a las 6:00 am. “doctor yo también creo ya voy a traer al interno”.
Y es que falta personal, solo un personal asistencial en Tópico es para sentir morirse en una emergencia y un solo personal en atención para nebulización que al mismo tiempo registra pacientes es como para sentirse un sobreviviente en salud. Que ese desequilibrio que menciona la doctora Panduro se corrija y contraten más personal médico y técnicos asistencialistas. Merecemos atención cálida y oportuna.