Sin arrasar el bosque

Las teorías van y vienen respecto a cómo hacer agricultura en esta parte de la selva baja del país. En ese marco algunos sostienen que no es conveniente arrasar los bosque para sembrar en extensas áreas y otros que no hay problema porque los suelos se regeneran y por tanto volverá a repoblarse de plantaciones.
Nuestra situación es un poco compleja en ese sentido, frente a proteger la biodiversidad o destruirla. Quizás semidestruirla para imponer la agricultura a gran escala sería una alternativa. Es algo que se tiene que analizar para que de una vez tengamos una política clara de lo que queremos y debemos hacer en cuanto a la producción en el campo.
Una muestra clara que la tendencia es a no destruir nuestros bosques, es el alto que se le puso a la ex empresa de cacao que estaba operando en Tamshiyacu, y que según señalan ahora, otros inversionistas en la misma zona, aplicarían una forma de cultivo sin arrasar el bosque.
Esto suena interesante, pero más interesante sería que los actuales administradores demuestren que realmente no están arrasando con el bosque. Lo que se puede ver son plantas de cacao que ya están produciendo y que fueron sembradas en la anterior etapa, al parecer porque se conoce que producen a los 3 años.
Se pudo ver también que hay plantas pequeñas que están desarrollándose en medio del bosque natural, donde están en pie un número notorio de árboles que no fueron arrasados para dar espacio al sembrío del cacao. Eso señalaron en su oportunidad que es una nueva forma de intervención.
Lo que queda en duda es sobre el total de las miles de hectáreas disponibles para sembrío de cacao. Así para despejar dudas sería importante que utilicen la tecnología visual aérea y precisar cuánto de hectáreas fueron arrasadas anteriormente, cuántas hectáreas ya sembraron con la nueva forma, cuántas hectáreas faltan?
El tema es tan sensible que muchos y con razón esperan que se muestre imágenes de ese inmenso territorio, donde por las intervenciones con la anterior empresa, señalan habría afectado los humarales por lo que la codiciada “mantequilla de la selva” ya no viene en abundancia desde la zona como en años pasados.
Así, la política agraria de Loreto merece ser revisada, actualizad y consensuada, para así ser acatada por todos en general. Los técnicos y especialistas tienen la última palabra y la obligación moral de seguir aportando con sus conocimientos. Queremos conservación responsable del bosque amazónico.