“Si sólo se oye la voz de los poderosos, no hay democracia”

  • En el Día del Periodista

El “Día del Periodista”, fecha institucional del gremio de prensa, tiene un doble significado: uno, nos hace recordar que con la edición del “Diario de Lima”, el 1 de octubre de 1790, el Perú se convirtió en el primer país de América Latina que podía acceder a un cotidiano, cuyo mensaje  de interés social era portador, también, de los anhelos precursores de una ciudadanía que levantaba su voz contra el yugo colonial. El otro, nos hace presente que el ejercicio de esta profesión de tanta trascendencia para la ciudadanía, más que un compromiso de circunstancias o de apetitos dinerarios, es un deber social a cumplir en el marco del mayor respeto a la dignidad de la persona humana.
El Perú de estos tiempos, no es el de otrora, pero no deja de guardar cierta semejanza con aquel de hace 225 años. Sigue siendo feudo y cautivo de quienes no lo quieren verdaderamente libre, dueño de su propia voluntad en lo político y en lo económico. La libertad interior o libre albedrío humano aún es una utopía. No se ha llegado a entender que cuando el hombre explora y reconoce sus fronteras con la realidad objetiva, comienza a indagar sobre la esencia de su propia realidad. En el centro de este debate está la cuestión relativa al carácter universal de la representación ciudadana, función atribuida a los partidos políticos en el marco de su actual crisis, que incluye regulación de los lobby, conducción transparente para regular la relación política-dinero, sistemas electorales que garanticen la representación de una sociedad como la nuestra, compleja y diversa, aún no integrada como nación.
Sobre el particular, la presencia cada vez más visible de los movimientos sociales forma parte del debate de hoy. Sus demandas anhelan mayor universalidad, sus reclamos una mayor audiencia y participación, tal como corresponde en esencia a las democracia modernas. En la base de estos procesos se ubica el debate sobre democracia y comunicaciones, que se instala en la agenda de las preocupaciones del  gremio de la prensa en tanto guarda relación con la libertad de expresión, acceso igualitario a todos los soportes comunicacionales, diversidad y pluralismo como componente esencial de una convivencia armoniosa en libertad e igualdad.
Para la Asociación Nacional de Periodistas del Perú que viene de cumplir con éxito participativo su Vigésimo Quinto Congreso Ordinario, en la Ciudad de Urubamba, una de las funciones de todo sistema democrático de medios de comunicación social, debe ser el desarrollo de nuevos espacios de lectoría y audiencia pública, el reconocimiento de la diversidad y la lucha contra la desigualdad que le permita a la ciudadanía deliberar en función del bien común.
Así como el escenario mediático se viene transformando estructuralmente, para conformar un sector económico-financiero concentrado, integrado verticalmente y desregulado, que prioriza la industria del entretenimiento y la producción de información, centrada en el papel del mercado y mediatización de la política, del mismo modo la impunidad de la que disfrutan quienes atentan contra la libertad de prensa, son males que impactan en las reales posibilidades de participación ciudadana en el debate público.
Lo expresado nos hace ver el acierto de la institucionalización del “Día del Periodista” cuya evocación permite a los y a las periodistas hacer un alto en sus tareas diarias. Debe ser oportunidad para interpretar aquello de que: “En una pelea entre elefantes es el pasto el que más sufre”. En la prensa un sector está dado por quienes tienen dinero para concentrar y regimentar el poder de la prensa y el otro sector está constituido por quienes combaten valerosamente por una prensa democrática con sentido social. Se sobreentiende quién es el que sufre. ( WGN)
¡Viva el Día del Periodista!