“Si hay un friaje muy fuerte como está previsto se producirá estrés hídrico”

  • Presidente del IIAP, Luis Campos Baca.
  • El cambio climático está afectando la fenología de la planta, o sea la madurez, la fructificación, la floración.
  • Si recrudece el frío los piscicultores tienen que vender sus peces, si no de todas maneras se mueren.

 

El tema del friaje es cada vez más frecuente en nuestra región Loreto y la Amazonía en general. Lo que antes casi normalmente se experimentaban a fines de junio con la fiesta de San Juan o en la época de los vientos de Santa Rosa, en los últimos meses se ha hecho casi una constante.
¿Qué ocurre con la diversidad biológica en este nuevo escenario con nuestra naturaleza en su conjunto? pregunta general trasladada al presidente del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana-IIAP, Luis Campos Baca.
“Yo estoy haciendo precisamente un modelo que tiene que ver en relacionar todos los parámetros de temperatura, humedad, creciente, vaciante que le llamaríamos punto hídrico”, dijo el reconocido investigador.
Explicó que los friajes que ahora son más frecuentes por el cambio climático, es porque ahora el cambio de la temperatura superficial del Océano Atlántico y el Fenómeno del Niño en la costa del Pacífico inciden en el cambio del clima de la Amazonía peruana.
“Ese cambio climático está afectando por un lado la fenología de la planta que le llamamos, o sea la madurez, la fructificación, la floración. Entonces la altura de 2 grados centígrados en selva alta ha generado que no haya buena producción de café en Moyobamba o de cacao en algunos lugares”.
Campos Baca, recordó: “Acá hemos tenido problemas con la sequía muy fuerte y el aguaje se puso a 100 soles el saco, porque todas las flores se cayeron y no hubo una producción de frutas adecuadas. El humarí ha tenido un impacto muy fuerte con estas condiciones climáticas”.
Afirmó que hay una influencia muy fuerte del cambio climático en la sostenibilidad de los ecosistemas. “Y quiero advertir que en la ruta a Iquitos Nauta y todas las piscigranjas, si hay un friaje muy fuerte como está previsto, con la ausencia de lluvias muy prolongadas, se produce una especie de estrés hídrico. Es decir se reduce el oxígeno y los peces de los piscicultores empiezan a boquear y tienen que sacarlos a vender, porque si no, mueren de todas maneras”.
Manifestó que el friaje hace que los peces no digieran bien el alimento, “porque la alimentación de los peces está de acuerdo a una temperatura de 22, 23, 24, 25 grados centígrados, entonces se digieren, pero cuando se enfría el agua, se paraliza la digestibilidad. Así los peces ya no digieren el alimento y éste se va al fondo del estanque y se pudre”.
Todos los ecosistemas, la fauna, la flora, están relacionados al cambio climático. Así una de las cosas que se puede hacer “es ir adaptando con la genética que ya tiene el IIAP y también la universidad, especies resistentes a sequías, grandes inundaciones, al frío, al calor. Hay que ir ya seleccionando”.

EVOLUCIÓN AMAZÓNICA EN 15 MILLONES DE AÑOS
Recordó, que “toda la evolución en la Amazonía se da a través de 15 millones de años que se formó el cerro y se empezó a formar la Amazonía. De ahí han venido generándose nuevas especies por estos cambios, se van adaptando, o desaparecen o se adaptan. Por lo que se tiene que ir identificando las que tienen estructuras genéticas resistentes a ese cambio climático, y promocionarlas”.
Precisó: “Nosotros ya tenemos estudiado una variabilidad genética muy fuerte. Hemos identificado casi todas las especies de peces ornamentales y peces de consumo. Estamos en el tema de palmeras. Estamos produciendo vegetativamente sin necesidad de semillas, plantas que producimos desde las ramas, ya no necesitamos semillas, esto nos va a permitir hacer una reforestación masiva en las áreas deforestadas”.
Acotó que en Madre de Dios han recuperado 500 hectáreas de áreas que estaban totalmente deforestadas, con Castañas. “Acá tenemos varias especies que ya las manejamos”.
(Diana López M.)